Recién terminada su orfandad de 12 años sin el poder presidencial, el PRI vuelve a mostrar su rostro de siempre: tras intensas campañas en las que ofrecen un rostro compasivo y dadivoso para la gente más necesitada, la victoria se nos torna en la amarga medicina del incremento de impuestos. Un sueño largamente ambicionado por las élites tricolores está a punto de volverse realidad: el IVA generalizado a alimentos y medicinas. Bienes de primera necesidad actualmente a tasa cero, a los que ahora tendríamos que sumarle 16 por ciento. Con López Portillo, De la Madrid, Salinas, Zedillo o Peña Nieto, el PRI es el partido de siempre. El de los ajustes necesarios, el de apretarse el cinturón, el de la amarga medicina. Que los jodidos paguen. Siempre.

El aumento del IVA a alimentos y medicinas será el tema fundamental de la XXI Asamblea que arranca la próxima semana. Un dato pasó desapercibido a la prensa. En su visita a Puebla del viernes pasado, además de reunirse con los seis aspirantes a la alcaldía y conminarlos a la firma de un pacto de civilidad, César Camacho Quiroz le dio prioridad al encuentro que sostuvo con los 140 delegados poblanos a la asamblea. Ahí les tiró línea para modificar la Declaración de Principios y el Programa de Acción que contienen la prohibición expresa al incremento del impuesto al consumo. Si tal prohibición no se levanta, la Cámara de Diputados no podrá aprobar en el segundo semestre del año el incremento del IVA.

Por supuesto, a los priistas les incomoda el tema y prefieren utilizar el eufemismo de “reforma hacendaria integral”, que no es otra cosa que darnos atole con el dedo. De abril a julio del 2012, Peña Nieto, Blanca Alcalá, Lucero Saldaña, los candidatos a diputados federales, vinieron a pedir nuestro voto. Utilizaron propaganda sensiblera, regalaron dinero, electrodomésticos y utilitarios. En las entrevistas decían que su preocupación eran los más pobres. Y 19 millones de mexicanos les creyeron y votaron por el mexiquense. ¿Con qué cara ahora nos volverán a apuñalar por la espalda?

El PRI, en su regreso a Los Pinos, se está disparando en el pie al retomar un tema polémico que una y otra vez les ha producido derrotas electorales. Sus intentonas han tenido un éxito mediano porque la oposición disminuye un poco cada vez y la masa ignorante del pueblo se deja convencer por los argumentos de los “ajustes dolorosos”. El tricolor ya fue cómplice en el sexenio calderonista del incremento del 15 al 16 por ciento del IVA, así como en la creación del IETU que nuevamente vuelve a sangrar a las empresas que ya contribuyen. Cualquiera que sea el partido en el poder, ninguno ha podido incrementar la masa de contribuyentes, por lo que cada “reforma hacendaria integral” solamente friega a los que ya pagan impuestos.

Y es un disparo en el pie porque el PRI se avecina a enfrentar elecciones en 14 estados del país, incluido Puebla. ¿Cuál será el discurso ante los electores del candidato a la alcaldía capitalina y de los aspirantes al Congreso? ¿Nos van a hablar del IVA generalizado o van a fingir demencia para apuñalarnos en diciembre con más impuestos? ¿Qué postura van a fijar Enrique Agüera, Doger, Pepe Chedraui? ¿El dirigente estatal Pablo Fernández, famoso por aprobar medidas impopulares a cambio de quedar bien con las cúpulas? ¿Y el rijoso Fernando Moreno Peña?

El PRI ya no puede negar la realidad de lo que pretende hacer en su XXI Asamblea Nacional. Por si fuera poco el tema del IVA generalizado que impactará a todos los mexicanos, también se pretende una contrarreforma a la asamblea de 1996 cuando las bases se impusieron a los tecnócratas y establecieron el candado de que las candidaturas a gobernador y presidente requieren un puesto de elección popular previo. Y ahora quieren quitar ese candado. ¿Con qué objetivos? ¿Quiénes son los beneficiarios?

De acuerdo con el documento de trabajo elaborado por el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) que contiene las propuestas de modificación para los documentos básicos, publicado por El Universal, se contempla cambiar los seis apartados en que está conformado el Plan de Acción y agregar un séptimo para ajustarlo a las propuestas de política pública actual.

Dentro de los apartados, el punto 154, en el que actualmente el programa refiere que el PRI defiende la economía y no aceptará la aplicación del IVA en alimentos y medicinas, la propuesta es desparecer la redacción actual para sustituirlo con: “apoyar con todo vigor a los productores agropecuarios de nuestra nación para garantizar la soberanía alimentaria, a partir de la implementación, supervisión y mejoramiento permanente de un nuevo modelo de producción alimentaria”.

En el tema que hace referencia a que el PRI acepte una reforma fiscal, que es el punto 274 de su Programa de Acción, no se contempla modificación alguna, toda vez que actualmente se señala que el tricolor reconoce la necesidad de continuar perfeccionando la reforma hacendaria y rechaza que esto se logre a costa de mayores gravámenes.

Así pues, el PRI de siempre lo único que quiere es vernos la cara de imbéciles a los mexicanos: pedirnos el voto y después apuñalarnos por la espalda. No aprenden de sus derrotas, llámense López Portillo, De la Madrid, Salinas, Zedillo o Peña Nieto.