Los directivos de medios que asistimos a la comida con Ivonne Ortega salimos con las mismas dudas que con las que entramos: en la disputa de la candidatura a la alcaldía de Puebla no hay nada para nadie. O eso nos quiso hacer creer. En el escenario optimista, la designación tardará por lo menos dos semanas más, para después del 17 de marzo, luego de que Enrique Peña Nieto venga a inaugurar el Tianguis Turístico. Así, Agüera, Doger y Chedraui seguirán comiéndose las uñas de los pies, manos, y hasta de sus colaboradores y promotores.

Ivonne Ortega rechazó que el PRI poblano vaya retrasado en relación a las otras 13 entidades federativas, ya que la legislación estatal impone como fecha límite de registro el 22 abril, por lo que pueden tomarse las cosas con calma. ¿Y para qué con calma?, preguntan los insidiosos columnistas. Pues para determinar quién es el aspirante con mayor “rentabilidad electoral”, que no necesariamente es quien encabeza las encuestas, afirmó contundente la yucateca. Todo un galimatías en mi opinión.

¿Por qué? Porque como ya hemos reseñado en este espacio, la de Mas Data y todas las encuestas habidas y por haber demostraron que el PRI tiene en Los Enriques a los candidatos más conocidos y con mayor potencial electoral. Pero eso no basta, dice la exgobernadora. Debe ser aquel que tenga la mayor RENTABILIDAD electoral. ¿Y no son lo mismo? Pues no, porque la rentabilidad se mide con grupos de enfoque y modernas técnicas de investigación social que justo en ese momento se levantan. Además, debe dialogarse con las estructuras, la militancia, y meter todos esos datos en una licuadora para dar con el hombre idóneo. Y aunque Ortega solamente sonrió cuando se lo preguntamos, queda claro que Peña Nieto, con su dedo divino en la Comisión Política, señalará al elegido.

Mantengo la apreciación vertida hace algunos días: en el PRI dan atole con el dedo a Los Enriques porque el verdadero objetivo es ungir a José Chedraui Budib. Solamente que no tienen los argumentos idóneos para desplazar a Agüera y a Doger, y por ello hacen una investigación a profundidad de su imagen. Así podrán decirle al rector de la BUAP: “eres el número uno, pero tienes tantas y tantas debilidades”. Y al diputado federal: “Doger, le has prestado muchos servicios al partido, pero tu imagen luce desgastada entre los electores de la capital”. Así, Pepe Chedraui, por ser un pizarrón en blanco, desconocido para los electores, tendrá mayor “rentabilidad electoral”.

¿Y qué es rentable? En materia económica, la transacción en la que las ganancias superan a los costos. En política, el candidato que menos costos genere.

Dice Ivonne Ortega que el PRI ya pagó el costo social que les generó Mario Marín. “La factura fue saldada en 2010, cuando perdimos el gobierno estatal, y también en 2012, porque Puebla fue uno de los estados en los que Peña Nieto no ganó”. Con estas frases, la secretaria general del tricolor censuró la sospechosa querencia de Fernando Moreno Peña hacia el “Góber precioso”, a quien el delegado tricolor calificó como “un activo del PRI”. En 2013, pues, la exgobernadora de Yucatán afirma que ya no habrá “efecto Marín” y que para neutralizarlo postularán a candidatos que no pueden ser relacionados con él. Entre los dichos de la segunda al mando en el CEN, y su delegado en Puebla, hay una contradicción deóntica: Marín está en el PRI, pero no está. Algo muy parecido al famoso “es mi voz pero no es mi voz”.

Dice Ivonne Ortega que la disputa de grupos marinista, blanquista, dogerista, zavalista y lastirista porque la candidatura triunfadora a la alcaldía da pase final a la lucha por Casa Puebla en 2018 es una “leyenda urbana”. Pensar que al presidente municipal de la Angelópolis por 4.8 años es en automático candidato a gobernador es un error, porque el ejercicio de gobierno de una urbe compleja como Puebla también puede ser su tumba, y ejemplificó con casos ocurridos en su natal Yucatán.

Mentirá quien diga que Ivonne Ortega fue agresiva o denostativa con Moreno Valle. Solamente afirmó que su proyecto rumbo al 2018 meterá a Puebla en una zona de conflicto porque sus rivales, para bloquearlo a él, bloquearán el desarrollo de la entidad. A pregunta de Armando Prida, la secretaria general del tricolor dijo que si Mario Marín no está en la cárcel como sí lo está Elba Esther Gordillo es por la ineficiencia de las procuradurías comandadas por Felipe Calderón y el gobernador poblano. “Fue su ineficiencia o falta de voluntad”, sentenció.

Por último, la yucateca relató que el principal problema del PRI en Puebla no es la gran cantidad de aspirantes a las alcaldías y diputaciones —es la prueba de que hay confianza en la victoria— sino la desconfianza entre los grupos tricolores. “Te sientas en una mesa y escuchas acusaciones de traición, y así en cada mesa que vas, al grado que ya no se sabe quiénes son los verdaderos traidores y quiénes no”. La reconstrucción del partidazo, dice Ivonne, parte de recobrar la confianza entre los grupos. ¿Será Pepe Chedraui un factor de unidad? Yo, no lo creo.