Tuesday, 16 de April de 2024


Un dique contra el río impetuoso de la Fortuna, decía Maquiavelo




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Vaya dique: 80 por ciento de aprobación a Moreno Valle. 68 por ciento a la gestión de Eduardo Rivera. 33 por ciento de intención de voto al PAN y 36 a la megacoalición. 69 puntos de conocimiento para Tony Gali y +27 de potencial de voto. ¿Resistirá el embate del PRI y la Federación?

A Moreno Valle lo ataca una pasión reciente por el futbol. Desde hace algunas semanas es asiduo visitante al palco gubernamental del estadio Cuauhtémoc, ya sea en los partidos del Puebla FC o para apoyar a México en el Pre Mundial Sub 20. Dicen quienes lo acompañaban que festejó como nadie el gol de chilena de Julio “La Momia” Gómez que rompió el empate a uno con Estados Unidos, ya en tiempos extras. Tanto futbol le ha contagiado la sabiduría popular del balompié y de uno de sus técnicos trotamundos, el famoso Bora Milutinovic, quien además de hacerse famoso por ser el primer entrenador de cinco equipos diferentes en igual número de Copas del Mundo, dio para la historia la frase “yo respeto”, cuando los reporteros lo cuestionaban sobre un equipo rival. El serbio, siempre dijo, “prefiero hablar de mi equipo antes que de los contrarios”. Algo así hace el gobernador en estos días: vive concentrado en su equipo antes de mirar a sus rivales del PRI.

 

 

Antes de sumarse a la especulación colectiva por conocer el nombre del candidato tricolor a la alcaldía, refuerza sus propias fortalezas. A eso dedica sus horas y días. No le va mal en la tarea. De acuerdo con la medición más reciente de Mas Data, la empresa a cargo del investigador José Zenteno, Moreno Valle ha alcanzado su tope histórico de aprobación a su gestión gubernamental en la capital. En los primeros días de marzo, 79 por ciento de los capitalinos aprueban su gestión. La gráfica no deja mentir: solamente en diciembre de 2012 había tenido una posición mejor con 76 puntos.

 

 

Así que algo han hecho mal los medios de comunicación y periodistas con fobia a Moreno Valle: lejos de debilitarse, goza de cabal salud e incluso va en franca mejoría. Dos años de golpeteo constante, e incluso algunos errores de la administración como la lenta puesta en marcha del metrobús, la suspensión de los trabajos del teleférico e incluso la polémica adquisición de la Noria gigante, no han hecho mella, y tampoco el crecimiento en los índices de inseguridad. La encuesta, levantada tras la detención de Elba Esther Gordillo, muestra que la caída de “La Maestra” tampoco impactó a su figura. La mayoría de los poblanos, pues, parecen a gusto con su gobernador.

 

 

Por supuesto, nadie se atrevería a afirmar con soberbia que Moreno Valle es “indestructible” como un día llegó a calificarse Andrés Manuel López Obrador. Se trata, simplemente, de coherencia estratégica una vez que la apuesta del morenovallismo en los comicios del 7 de julio será presentar a los electores una oferta de continuidad al trabajo del gobierno estatal. Si el lema de la campaña será “para seguir transformado a Puebla” y la petición del voto será un referéndum al gobierno coalicionista de Moreno Valle, es evidente que el primer paso es una calificación “buena” al gobierno.

 

 

¿Por qué Moreno Valle se encuentra en su tope histórico de calificación en los primeros días de marzo, aún incluso con el escándalo de la detención de Gordillo a cuestas? ¿Y todavía si varios medios de comunicación y periodistas han golpeado un día sí y otro también al gobierno estatal por muchos y muy variados temas? Ahí habrá motivo de polémica. Quizá se deba a que estos medios ni tienen la audiencia ni la influencia en la opinión pública que creen tener. Será que la estrategia mediática trazada por Sergio Ramírez Robles y mejorada por Marcelo García Almaguer rindió resultados. O muy probablemente que la hiperactividad del gobierno en la construcción de obras, puentes, hospitales, el CIS, concreto hidráulico, el Tianguis Turístico, el metrobús y un largo etcétera ha sido del gusto de los poblanos tras la inopia del marinismo.

 

 

El alcalde Eduardo Rivera también tiene su cuota histórica de aprobación. Luego de estar desahuciado a mediados del 2012, el pacto político con Moreno Valle le permitió agarrar aire y beneficiarse del trabajo conjunto de ambas administraciones. De acuerdo con la gráfica, en julio de 2012 tenía un gravísimo 56 por ciento de respaldo, mientras que ahora goza de un saludable 68 por ciento, mérito por igual de Ignacio Dávila quien soportó el vendaval.

 

 

Moreno Valle “respeta” y fortalece a su equipo antes que mirar al contrario. Antonio Gali Fayad es el mejor posicionado como confirmó el empresario Franco Rodríguez, quien de plano mejor abandonó la carrera. El PAN luce unido, superada la fractura con el Yunque, y la megacoalición sufrió el bache del Elbazo, pero ya luce amarrada.

 

 

Claro que la tormenta apenas inicia, y con la Federación encima, cualquier escándalo del tipo Lydia Cacho arrasaría con ese 80 por ciento de aprobación. Marín, en febrero de 2006, tenía 73 de apoyo pero se derrumbó a 35. Pero ya dijo Maquiavelo que la Fortuna es un río impetuoso, y que lo único que puede hacer el Príncipe es construir un dique para soportar la furia del río que amenaza con arrasarlo todo.

 

 

Vaya dique: 80 por ciento de aprobación a Moreno Valle. 68 por ciento a la gestión de Eduardo Rivera. 33 por ciento de intención de voto al PAN y 36 a la megacoalición. 69 puntos de conocimiento para Tony Gali y +27 de potencial de voto. ¿Resistirá el embate del PRI y la Federación?

 

 

 

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