Friday, 26 de April de 2024


Puebla no es Guerrero




Escrito por  Javier Arellano Ramírez
foto autor
Simplemente la comparación no puede existir.

No hay condiciones para confrontar escenarios.

 

No se pueden cotejar las lecturas de una y otra entidad.

 

Puebla de ninguna manera es Guerrero.

 

En primer lugar en Puebla no está asentado cártel alguno del crimen organizado.

 

Por alguna razón, que debe tener un origen y fundamento político, Puebla es una “zona franca” para los cárteles del narcotráfico.

 

Asíes desde el sexenio de Manuel Bartlett Díaz. Muy probablemente se realizó algún acuerdo, arreglo, convenio por debajo de la mesa, pero en ese periodo quedaron sentadas las bases para una tregua entre los narcos.

 

Por supuesto eran otros tiempos, pero el acuerdo se mantuvo durante los gobiernos de Melquiades Morales, Mario Marín y llegan a la actual administración de Rafael Moreno Valle.

 

Es cierto que para estas alturas el fenómeno criminal ha rebasado todo lo imaginable en esa década de los noventa cuando Bartlett gobernó la entidad, pero todo indica que las nuevas organizaciones criminales conservan a Puebla como territorio neutral.

 

En el libro “Los Señores del Narco”, considerada la mayor y más completa investigación del crimen organizado en nuestro país, la periodista Anabel Hernández narra un encuentro entre Joaquín Guzmán Loera “El Chapo” y Heriberto Lazcano alias “El Verdugo”.

 

Fue el único encuentro entre el máximo líder del Cártel de Sinaloa y su archienemigo el jefe absoluto de los Zetas. De acuerdo a la descripción del encuentro, misma que se basa en declaraciones hechas por testigos, los dos capos se repartieron el territorio nacional. Algunas entidades eran para operación exclusiva del “Chapo”, en tanto que otras eran para “El Lazca”.

 

Y claramente se apunta que en esa narco-cumbre Pueblaquedó como zona neutral.

 

De manera tradicional se sabe que en Puebla capital viven familias que son completamente ajenas a la entidad, nadie sabe de donde llegaron, ni a qué se dedican. Solo somos testigos de la ostentosidad y opulencia que muestran, mansiones, residencias, camionetas blindadas, vehículos deportivos, en medio de una absoluta reserva en sus relaciones vecinales.

 

Se trata de claramente de familias que pertenecen a la cúpula de esos grupos y que en Puebla viven sin causar disturbio, ni problema alguno.

 

Por supuesto Puebla es zona de tránsito, de paso de esos cárteles, porque en realidad estamos en medio, en el centro del infierno. Tenemos al suroeste a Guerrero; media docena de municipios poblanos colindan con uno de los mayores desastres humanitarios del país.

 

Pero al este se ubica otro caos mayúsculo: Veracruz tierra y feudo de los Zetas. Los municipios de Xicotepec de Juárez y de Venustiano Carranza saben que llegando a Poza Rica ya es zona criminal y en Tehuacán conocen que desde las Cumbres de Acultzingo, Ciudad Mendoza y Orizaba ya campean los señores de “la letra”.

 

Y aún así, con todo este escenario Puebla mantiene un equilibrio que cualquier otro estado del país ya quisiera.

 

Debe quedar en claro que de ninguna manera Puebla es un paraíso.

 

Efectivamente en los últimos meses han surgido brotes de irritación e inconformidad social que pueden desembocar en acres hechos, en duros enfrentamientos con el aparato oficial.

 

Pero jamás, jamás podrá compararse con lo que sucede en Guerrero.

 

Como siempre estamos a sus órdenes en cupula99@yahoo.com, sin mx.

 

 

 

 

 

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