En los últimos lustros José Luis Leyva ha utilizado las siglas de los partidos de izquierda para lucrar, medrar con la política en Chilac.

Así ha logrado hacer del “activismo político” su modus vivendi. En realidad nada ha aportado a ese municipio al que las pujas intestinas han llevado a un atraso abrumador e infame.

Pero con la camiseta de “luchador social” Leyva se ha hecho de abundantes beneficios. Y durante estos últimos años Francisco Alfaro Rodríguez estuvo a su lado.

Pero en la política, que es una ruta llena de encuentros y desencuentros, Leyva y su protegido Francisco rompieron durante la pasada contienda electoral, donde cada quien se fue por su lado.

Leyva aprovechó la fractura de los grupos políticos de San Gabriel Chilac y volvió a tomar control de la presidencia municipal, ahora usando como su títere al edil electo Rigoberto David Martínez Rosas.

A Rigoberto lo va a manejar de la misma manera que controla a Efrén Solano Rodríguez, la actual marioneta que tiene en la alcaldía.

Todos los ediles que han surgido de partidos de izquierda sirven a los intereses de José Luis Leyva el “iluminado” cacique y seudo “luchador social”.

Ahora se da un rompimiento con su viejo vasallo Francisco Alfaro Rodríguez ¿y qué se le ocurre a este?

Si estuviéramos en 1994 se le hubiera ocurrido ostentarse como apéndice el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y del Sub Comediante Marcos.

Si la fractura se hubiera dado en el álgido y acalorado proceso electoral de 2013, Alfaro Rodríguez habría inventado un grupo de #YoSoy132 en San Gabriel Chilac.

Pero no, el rompimiento fue en este 2014 y a Francisco se le ocurrió crear un “grupo de autodefensa”.

El grupo de Francisco Alfaro Rodríguez no tiene más de 40 integrantes, no tienen armas largas, ni cortas. Es falso que tengan financiamiento de mexicanos en el extranjero o que vayan a ser “entrenados” por las autodefensas michoacanas.

Todo es producto de la mente de un mitómano.

Se trata de una fractura interna de los grupos caciquiles de la izquierda chilateca.

El cacique José Luis Leyva se queda con la presidencia municipal y su otrora peón Francisco Alfaro inventa el mito de “grupos de autodefensa” como un recurso de desesperado protagonismo.

Alfaro busca hacerle imposible el ejercicio político al próximo Ayuntamiento. Es una patética venganza apache.

Pero ni existen “grupos de autodefensa”, ni están armados, ni tienen cordura alguna.

Lo que si es cierto es que Francisco Alfaro está incurriendo en varios delitos del orden federal. Y no por crear en su mente mitómana una leyenda de “grupos de autodefensa”.

No. El que sea un mitómano no constituye delito federal alguno.

Lo que sí lo representa es tener una estación radiodifusora clandestina. Alfaro tiene dentro de su domicilio la instalación de una emisora ilegal que se hace llamar “La Chileñita” misma que transmite en el 85.5 de frecuencia modulada (FM).

El radio de la señal de “La Chileñita” no va más allá del municipio de San Gabriel Chilac y como se dedica a denostar al cacicazgo de su otrora aliado José Luis Leyva pues tiene una relativa audiencia.

Empero la estación de radio de Alfaro no cuenta ni con los permisos federales, ni reúne los requisitos oficiales de una radio comunitaria.

Es solo otra de sus ocurrencias.

Lo más probable es que en los próximos días funcionarios de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes con el apoyo de la Policía Federal entren a San Gabriel Chilac y desmantelen una estación ilegal, ilícita y clandestina.

Si, el mitómano Alfaro dirá que se quejará directamente con el doctor Mireles, líder de las “autodefensas” michoacanas.

Al que ni conoce, ni conocerá jamás.

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