Especialistas en estos temas explicaron cómo controlar estos fenómenos que se propagan con una velocidad pasmosa y una fuerza devastadora. Una columna de fuego puede avanzar a prácticamente a una velocidad de 20 o 30 kilómetros por hora en una franja que puede ir desde los 20 hasta los 800 metros de ancho.
Uno de los expertos explicó que precisamente una columna de fuego se combate con otra columna de fuego. Se crea y manipula otro siniestro para que “choque” de frente con el incendio forestal. El resultado es que el peligro se extingue.
Esto aparentemente es lo que está sucediendo en Puebla. Pero en el terreno de la política albiazul.
El día de ayer Diario Cambio publicó una detallada nota del consumado periodista Héctor Hugo Cruz Salazar donde se detalla como Puebla es una de las entidades donde se registra un estrecho margen entre los números de Gustavo Madero y Ernesto Cordero.
Y pese a las cuentas alegres de Blanca Jiménez Castillo, lo cierto es que en el aire se respira, se percibe una inocultable desesperación.
En 1969 la periodista italiana Oriana Fallaci publicó el libro “Nada y así sea” donde narra, a manera de diario, su cobertura de la guerra de Vietnam. Al final del libro dedica un capítulo a su testimonio sobre la masacre de 1968 en Tlatelolco. La mujer que recorrió el globo como reportera salió ilesa de Vietnam, pero en Tlatelolco resultó herida.
En la parte dedicada a Vietnam, Oriana detalla de manera impecable el viaje que le llevaron a hacer en un avión caza norteamericano, hasta la descripción literaria que hace del vietcong. La periodista describe la guerra de Vietnam como un ejército de hormigas que se suben lenta pero implacablemente sobre un elefante y lo van consumiendo.
Luego de ver las encuestas de la puja Madero – Cordero en Puebla recordé ese pasaje de Fallaci.
La maquinaria corderista de Ana Teresa Aranda, Francisco Fraile García y otros prominentes panistas está chocando de frente con el dominante, avasallador aparato morenovallista. Y no han sido extinguidos, ni menguados. En realidad se están dando de tu a tu.
Los maderistas nunca pensaron que la estructura de panistas marginados pudiera levantar polvo. Pero está ocurriendo lo impensable.
Pese a la Rafafobia de Ana Teresa que –sin duda- escandalizó a las familias poblanas de buenas costumbres y por encima de la mesura de Paco Fraile hay un elemento que está reposicionando al corderismo poblano. Y ese factor se llama Fernando Manzanilla Prieto.
Aquí en esta Cúpula señalamos que Manzanilla estaba fuera de forma. Pero tal parece que ya entró en calor.
Simplemente hay que recordar que el mejor directorio político que existe en Puebla está precisamente en manos de Fernando. Fue en 1999 cuando desde la Sub Secretaría de Finanzas, Manzanilla puso en marcha un gran aparato de evaluación y diagnóstico político. Se utilizaron las llamadas Unidades Móviles de Desarrollo (UMD) para llevar programas, pero al mismo tiempo analistas, a todos los rincones del estado.
Esto le permitió a Fernando crear un directorio estatal de liderazgos y jefaturas políticas. Metódico y escrupuloso el entonces Sub Secretario creo el mayor archivo político de Puebla. Hoy sin duda lo está utilizando.
Y se ratifica la premisa de que la información es más poderosa que el dinero. El hecho de que en Puebla –a diferencia de otras entidades-, el margen entre Madero y Cordero sea estrecho no es casualidad, ni es coincidencia.
En teoría se supone que en Puebla Gustavo Madero tendría que arrasar. Pero como en el libro de Oriana Fallaci un ejército de hormigas se está subiendo sobre el elefante.
Sin duda es claro que Gustavo Madero ganará la contienda interna. Un manto protector lo cobija desde Los Pinos hasta Casa Puebla. Pero la política es la más inexacta de las ciencias. Puede ocurrir cualquier cosa de aquí al domingo 18 de mayo.
Mientras tanto las hormigas no se detienen.
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