Los mitos suelen enriquecerse al paso del tiempo, siempre van al alza como el oro y la plata, son teléfonos descompuestos que nunca se componen y Manzanilla en las memorias de nuestra historia política quedará referenciado como la víctima de aquel al que un día sirvió como fiel y leal escudero en las colosales batallas contra el marinato.

De malagradecido no bajarán a Moreno Valle en el círculo dorado y por supuesto que quienes lo odian le endilgarán todo tipo de adjetivos merecidos o inmerecidos; jure que la desgracia de Manzanilla los enemigos del mandatario la harán suya, y con ella enarbolarán una bandera grande, visible y colosal en honor a los débiles, a las víctimas y a los miserables de este sexenio.

Si su curul la ocupa Eukid Castañón, Juan Carlos Mondragón o quién quiera que sea no importa, porque lo importante es que hoy Manzanilla refrendará su decisión de no ser diputado ni siquiera independiente. Y sus razones son respetables. ¿Fue un acto de dignidad el suyo? A ciencia cierta no lo sabemos. Lo suponemos pero no nos consta. Él tendría que decirlo si lo fuera o no.

El caso Manzanilla difícilmente permeará en la población abierta, pero me parece que sí lo hará en la élite política local y nacional. Deja un mal antecedente. ¿Cómo debe verse que un gobernante sea ingrato con su familia? Mal. No se entiende ni se comprende de otra manera. Demuestra falta de solidaridad con los suyos y con su sangre.

La explicación ofrecida por el propio Moreno Valle a propósito del asunto fue buena, oportuna y prudente. En ella argumenta que la migración de Manzanilla de la política y de las actividades gubernamentales se debe a una enfermedad de la hermana. Sin embargo fue un argumento o un pretexto al que nunca recurrió ni el mismo Manzanilla, y por tener esa perceptible naturaleza difícilmente la crearán quienes deban creerla.

La sesión legislativa de hoy tendrá como elemento importante un acontecimiento nunca visto en la política poblana y no me queda claro si en la política nacional exista otro antecedente, lo cierto es que el mito de Manzanilla inicia este día, cuando otro ocupe su lugar, y quedará inscrito en la historia más para mal que para bien en la reputación del señor gobernador. Desgraciadamente.