Wednesday, 24 de April de 2024


La Puebla del antes y después del cuerno de chivo




Escrito por  Jesús Ramos
foto autor
Por más que el gobernador Rafael Moreno Valle y el presidente Eduardo Rivera Pérez se esfuercen en declarar que Puebla es un estado seguro y libre de violencia y narcotráfico, la verdad es que después de la balacera en el bar La Patrona la sociedad piensa exactamente lo contrario, es decir, ahora ya compara el olor de la Puebla del mole y los dulces típicos y la del cuerno de chivo y la R15.     En lo que va del sexenio morenovallista no había ocurrido algo así, por eso habrá que observar el comportamiento de la Puebla de antes y después de las armas automáticas de grueso calibre. ¿Cuál fue la reacción del gobierno? La estamos viendo. El presidente municipal negó la presencia del crimen organizado y luego la acepto. El gobernador refirió La Patrona como un acontecimiento aislado y luego reforzó el tema mediático de la seguridad con espectaculares, boletines y gráficas.     Sin embargo la circunstancia les juega en contra tanto al gobernador como al presidente pues el atentado pudiendo haber ocurrido en alguna de las tantas avenidas secundarias ocurre en La Juárez y, por eso, lleva implícito un mensaje retador, temerario e incluso de divulgación que cualquier persona puede descifrar sin necesidad de ser policía, detective o perito en temas de seguridad.     Las noticias que el poblano ha recibido desde que se desató la guerra contra el narcotráfico, lo mismo en Monterrey que en Michoacán, en Tamaulipas que en Veracruz y en el Distrito Federal que en Guerrero, han sido similar al del bar La Patrona, comandos armados que disparan a quemarropa en establecimientos y negocios y que después desaparecen sin dejar rastro.     Ellos como autoridad, Moreno Valle y Rivera Pérez, hacen bien en llamar a la calma y al sosiego pero la percepción que la gente tiene de su entorno es más fuerte que cualquier afirmación gubernamental anexada con palabra de caballero. Los asaltos a cuentahabientes bancarios, el secuestro, el robo a casa habitación, los asesinatos, los ejecutados y las experiencias de despojo a plena luz del día con lujo de violencia, fueron coronados la semana pasada con la sorpresiva aparición de los cuernos de chivo en el corazón mismo de la ciudad.     Las declaraciones del gobernador y del alcalde de Puebla en referencia a la balacera en La Patrona y su redoble mediáticoen temas de seguridad contradicen su forma de ver las cosas, proyectan nerviosismo, preocupación y hasta se atreven a advertir que no tolerarán la presencia de grupos de autodefensa, cuando eso sólo ocurre donde las autoridades ya fueron rebasadas por el crimen organizado y no creo que sea el caso de Puebla. ¿O qué saben ellos, que no sabemos nosotros?      
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