Friday, 26 de April de 2024

Martes, 23 Junio 2015 02:29

El Bronco: gobernador incómodo para los Pinos




Written by  Javier Arellano Ramírez

La madrugada del pasado sábado 9 de mayo un grupo de hombres fuertemente armados entró a la comunidad de Chilapa, Guerrero. Casa por casa fueron sacando a hombres, principalmente jóvenes, para subirlos a las bateas de las camionetas. Desde entonces esas personas no han aparecido.


Los pobladores de Chilapa hablan de 16 casos documentados de desaparecidos, aunque afirma que podrían ser hasta 30. En Acapulco los asesinatos no cesan. Apenas el pasado fin de semana cuatro personas fueron ejecutadas en el paradisiaco puerto.

 

En todos estos casos, el gran ausente, la voz omisa, el liderazgo inexistente lo representa el gobernador interino Salvador Rogelio Ortega Martínez. En realidad sólo es una figura decorativa, una exhibición más de la letra muerta que representa la Constitución Política del estado de Guerrero.

 

En el estado de Michoacán sucede exactamente lo mismo. La silla de la gubernatura está ocupada por el interino Salvador Jara Guerrero; otro caso de un académico brillante y respetado que al entrar en las cloacas de la política quedó convertido en una pieza de ornato, inútil y estéril.Frente a los graves hechos ocurridos en Apatzingán, la imagen de Jara quedó completamente diluida.

 

En Tamaulipas sucede algo similar con Egidio Torre Cantú, hermano del ultimado Rodolfo.

 

Son gobernadores de entidades en las que el crimen organizado se ha empoderado a niveles nunca antes vistos, simplemente inimaginables. Los ejecutivos estatales quedan maniatados ante un poder cuyos tentáculos sólo logran imaginar, pero nunca concebir del todo.

 

Frente a todos estos casos mencionados, el presidente Enrique Peña Nieto también se muestra indolente, indiferente. Los gobernadores no le piden una postura al gobierno federal, no reclaman su participación, no invitan a un ejercicio de corresponsabilidad.

 

Los gobernadores se hacen omisos y con esto coadyuvan a que el presidente de la República haga lo propio.

 

Empero los focos rojos se han encendido en los Pinos. Saben que dentro de unos meses habrá una voz incómoda, que no será fácil de silenciar, de aplacar, mucho menos de callar.

 

Todo el aparato del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) se aboca y concentra en Nuevo León de donde saben que partirán las posturas y declaraciones contestatarias.

 

Porque con Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco” no hay pactos, ni públicos, ni secretos; no hay compromisos por debajo de la mesa. Al contrario, los operadores de la telecracia mexicana hicieron todo lo posible por reventar el proyecto del “candidato de Facebook”.

 

Lo cierto es que “El Bronco” tiene el apoyo no sólo de los grandes sectores sociales, sino también de una importante facción del empresariado regiomontano. La élite regia se cansó de que con Felipe Calderón, Nuevo León se convirtieraen un infierno. Esperaban que a la llegada de Peña Nieto las cosas cambiaran, pero ante la cómplice inercia, buscaron una tercera vía y la encontraron en “El Bronco”.

 

Hoy tendrán un gobernador que no se va a quedar callado ante la colusión de mandos federales con el crimen organizado; que va a señalar a los delegados de Gobernación y del Instituto Nacional de Migración que estén coludidos con bandas de traficantes de migrantes; que no va a guardar silencio cuando vea la indolencia del delegado de la Procuraduría General de la República (PGR).

 

Al contrario de lo que sucede con los gobernadores  Salvador Rogelio Ortega Martínez de Guerrero, Salvador Jara Guerrero de Michoacán o Egidio Torre Cantú de Tamaulipas, el gobernador de Nuevo León no se va a quedar callado y le va a exigir al gobierno de la República que cumpla con su parte de responsabilidad en materia de Seguridad Pública.

 

Peña Nieto quisiera que hubiera más gobernadores cómplices y omisos, pero eso no va a suceder en aquella entidad.“El Bronco” se convertirá en una voz incómoda que tendrá resonancia nacional.

 

¿Quién traicionó al gobernador Moreno Valle?

 

En Puebla la gran nota periodística la dio Fernando Maldonado con la revelación de pruebas sobre el aparato de espionaje nacional que se opera desde la Angelópolis.

 

Pero las preguntas torales van más allá de las conversaciones; sin duda las preguntas centrales son:

 

¿Quién traicionó al gobernador Moreno Valle? ¿Quién filtró las conversaciones de figuras de la política estatal y nacional?

 

¿Por qué el enemigo interno del gobernador esperó precisamente hasta este momento? ¿Por qué no reventaron la carga informativa antes de la jornada electoral?

 

¿Cuántos sobres más llegarán a la prensa crítica? ¿Cuántos secretos más serán revelados?

 

La filtración fue sutil, a un comunicador también mesurado. Es decir, sin duda, la filtración entraña una amenaza, es como decir: “Podemos soltar hay algo más fuerte”.

 

¿Quién del primer círculo morenovallista puede guardar tanto rencor contra su líder?

 

¿Quién traicionó al gobernador?

 

Como siempre quedo a sus órdenes en Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo., sin mx.

 

 

 

 

 

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