Thursday, 28 de March de 2024

Jueves, 19 Noviembre 2015 03:51

Blanca Alcalá: en el centro de la Babel priista




Written by  Javier Arellano Ramírez

El espectáculo presentado por Alejandro Armenta Mier fue elocuente, contundente. Sus compañeros diputados Charbel Jorge Estefan Chidiac y Víctor Manuel Giorgana trataban de mantener la vertical, pero era evidente su irritación.


Desde hace unas semanas el hombre de Acatzingo se ha convertido en la voz incómoda; la conciencia desagradable, áspera; el militante embarazoso.

 

Sin duda, Alejandro tiene todos los elementos para presentar sus argumentos. Pero sobre todo tiene algo que no revela, pero que tampoco puede ocultar. Armenta sabe que fue uno de los responsables de la catástrofe priista de 2010. En el secreto y en la privacidad de sus reflexiones personales así lo asume. No es carga ligera la que lleva sobre los hombros; al contrario, es una tosca lápida que en muchos días ahogó su proceder. Él sabe que la derrota tricolor fue en esencia el resultado de la soberbia, la irresponsabilidad y la frivolidad de los líderes priistas en aquel 2010.

 

Luego de años de un agudo y punzante examen de conciencia, Armenta Mier se ha convertido en el mayor crítico del priismo poblano. Es el espejo perturbador e irritante en que los priistas no quieren verse a sí mismos. Por esto, fustiga severamente el papel de la bancada a la que él mismo pertenece.

 

Este es el escenario al que se enfrenta la virtual candidata del PRI a la minigubernatura Blanca Alcalá Ruíz: el de una Babel tricolor donde cada quien se expresa en el lenguaje de sus intereses y conveniencias; donde todos dicen coincidir en el mismo proyecto, pero en realidad no se toleran entre sí; el caos de un partido que estaba acostumbrado a obedecer al tlatoani local y que hoy en plena orfandad navega sin timón y sin rumbo.

 

La rueda de prensa de los diputados federales priistas demostró que no existe un ápice de unidad; que el discurso beltronista en Puebla se sostiene con alfileres y que todo indica que van a un colapso semejante al del 2013.

 

A estas razones se debe el silencio que mantiene Alcalá Ruíz, porque aún no está del todo convencida; porque sabe de que está parada sobre un escenario de tablas frágiles, inestables y quebradizas.

 

Por supuesto, con gusto ha seguido los actos que coordinan Juan Carlos Lastiri y Juan Manuel Vega Rayet, pero en cada cabecera distrital, detrás de las movilizaciones que orquestan los delegados federales, es claramente perceptible que hay un priismo inconforme, molesto, distante de los cuadros directivos.

 

No, de ninguna manera el 2016 será un paseo de campo. Y frente a todos estos elementos y hechos aislados, que demuestran una inocultable descomposición priista, lo más probable es que la señora Alcalá se excuse de participar en el proceso.

 

No lo descarte estimado lector; lo más probable es que al cuarto para la una la señora se baje del ring argumentando “razones personales”.

 

Alcalá está acostumbrada a vivir en su zona de confort y no va a arriesgarse a una cruzada que se anticipa como una verdadera carnicería.

 

Como siempre quedo a sus órdenes en Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo..

 

 

 

 

 

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