¡N0 y no!

 

El presidente AMLO sostiene que para elegir colaboradores en su equipo de trabajo y para designar candidatos para los cargos de elección popular hay que sopesar una lealtad del 95 por ciento y una capacidad del 5 por ciento en el o la elegida.

 

¿Cómooo?

 

¡Sí!

 

95 por ciento de lealtad garantizada y solo un 5 por ciento de capacidad.

 

Con este criterio la capacidad, el conocimiento, la experiencia, la responsabilidad, el compromiso, ya valieron; lo necesario es garantizar una lealtad semejante a la de una mascota que siempre le bailará a su amo.

 

Como que después de cuatro años de gobierno podemos entender que con este criterio, el equipo del presidente no ha podido estar a la altura del momento histórico y confirmamos que por eso estamos como estamos, pudiendo estar mejor y afianzar el crecimiento del país.

 

En esto no se vale aquello de que “echando a perder se aprende” porque los afectados somos todos y solo una simbólica minoría sale ganando, pero para su vida personal.

 

Con estas definiciones después de casi cinco años, entendemos, lamentamos y condenamos los datos que nosotros tenemos y que contrastan con los que le entregan al presidente cada día sus ‘leales’ colaboradores que maquillan todos los reportes cuidando que no se enoje

 

La lealtad sí es importante y juega un papel estelar en la conformación de un equipo, pero al 95 por ciento en la integración de una persona, se convierte en un factor de inactividad y sabotea cualquier tarea.

 

Así llegamos al momento histórico de elegir a candidatos para gobernar nueve estados, lo único que nos queda es encomendarnos a todos los santos para que en Puebla nos vaya menos peor, después de un sexenio con cuatro gobernadores que en cualquier circunstancia no logran concretar un trabajo con continuidad.

 

Exigimos limpieza y lo mejor.

 

Esto es solo por lo que se refiere a la corriente gobernante, confiamos que en la otra corriente haya un buen acuerdo para designar al candidato PRI, PAN, PRD y que se elija al mejor -al menos peor- para hacer una campaña de altura, con propuestas, no denuestos.