Le entregan a Blanca su constancia de mayoría

En el Comité Estatal se escucharon gritos de “sí se pudo”

“¡Habemus presidenta!”, gritó María Esther Sherman, flamante coordinadora de campaña de la priista, quien encabezó la fila de abrazos y besos a la alcaldesa

Edmundo Velázquez

La presidenta municipal electa, Blanca Alcalá, recibió ayer su primer besamanos tras obtener la constancia de mayoría de votos en el Comité Municipal Electoral, donde no faltaron las porras y los gritos de “sí se pudo”.

“¡Habemus presidenta!”, gritó María Esther Sherman, flamante coordinadora de campaña de la priista, quien encabezó la fila de abrazos y besos a la alcaldesa a la salida de la sede que más bien parecía fondita a reventar de tanta gente que llegó a rendir pleitesía a Blanquita.

Su esposo Eduardo siguió en la fila, fue el abrazo más genuino de todos los de esa noche. Detrás su hija Karina, sonreía sentada y tranquila percibiendo la escena.

No faltó quien gritó el “¡Beso! ¡Beso!”, pero la romántica escena postelectoral fue frustrada cuando la prensa llegó a arrebatar unos minutos de su festejo. 

Por un momento la tesitura en la voz  de Blanca cambió al tono de la política, de aquella que fue subsecretaria de Desarrollo Social, la “intermedia que llegó al poder” sin pensarlo.

“Cuando a las mujeres nos dan la oportunidad de colaborar, nos exigen el doble”, admitió la alcaldesa con un gesto más serio, uno que fue de pocos amigos, el mismo gesto con el que meses atrás inició campaña.