Ligan a implicado en bombazo con ejecuciones


Descubre la PGJDF que uno de los ejecutados era el abogado del narcomenudista


Staff/ Agencia Reforma

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Óscar Santoyo, "El Mosco", quien está implicado en el bombazo del 15 de febrero, al parecer también tuvo algún tipo de participación en la muerte y decapitación de los primos César Armando Villagómez Junco y Luis Felipe Villagómez Hernández, ambos habitantes de Tepito, ocurrida en enero.


La línea de investigación que tiene la Procuraduría General de Justicia del DF (PGJDF) se basa en que Villagómez Hernández, abogado de profesión, atendía los asuntos legales de "El Mosco", un ex agente federal.


El abogado también llevaba casos de Rogelio Mena, "El Chilango", un tepiteño integrante del Cártel de Sinaloa que fue  detenido cuando transportaba un arsenal junto con otras cinco personas.


Además, "El Mosco" y "El Chilango eran amigos.


El 14 de enero, la Policía localizó dos cabezas humanas a unas calles del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), correspondientes a Villagómez Junco, de 27 años de edad, y Villagómez Hernández, de 37.


"Sabemos que uno era abogado y lo ayudaba en algunos casos su primo, que era un comerciante en Tepito, andaban muy metidos con grupos dedicados al narcomenudeo, pero quedaron mal en unos acuerdos y por eso los mataron", dijo una fuente de la PGJDF.


Los dos son familiares de Óscar Villagómez Prado, adscrito al Estado Mayor de la Policía Judicial; las víctimas fueron interceptadas por varios individuos cuando viajaban en una motocicleta de lujo por la Colonia Morelos, y 3 días después fueron localizados sin vida.


La familia de las víctimas denunció su desaparición el 11 de enero en el Centro de Atención a Personas Desaparecidas y Ausentes de la PGJDF.


Villagómez Hernández estuvo en el Reclusorio Norte, acusado de homicidio y lesiones, mientras que Villagómez Junco estuvo en la cárcel acusado de robo calificado.


Los informes de inteligencia de la PGJDF señalan que hace un año integrantes del Cártel de Sinaloa mantuvieron contacto con grupos de jóvenes de Tepito, para integrarlos en sus filas y que les facilitara controlar el mercado de droga del DF, además de corromper a policías.

 


 
 
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