En la reunión del Consejo Político Estatal, llevada a cabo el viernes, se ratificaron los sistemas de selección: consulta a las bases, asamblea de delegados y usos y costumbres (no hay nada nuevo bajo el sol).

Los municipios donde se aplica el sistema de usos y costumbres son más de 80.

En donde hay problemas entre los diferentes grupos que aspiran a gobernar un municipio, el problema se decide mediante consulta a la base.

Donde hay unidad, lograda mediante negociaciones para que en la planilla queden integrantes de los diversos grupos, se va por el sistema de asamblea de delegados.

En esa forma se logra mantener la unidad y tener a todos contentos, que al parecer es el principal objetivo de los priistas.

¿Y el municipio de Puebla?

El municipio de Puebla, por su importancia, lo decide el comité nacional. Esto no lo dicen pero así es.

Sólo que aquí han surgido aspirantes como Óscar Aguilar y Víctor Manuel Giorgana, que creen en la democratización interna de su partido y exigen que haya consulta a las bases y que el candidato sea el que decidan los militantes priistas del municipio.

Comentaron a un grupo de periodistas que ya han hablado con el dirigente estatal, Pablo Fernández del Campo, para expresarle sus deseos de participar, por considerar que tienen los méritos suficientes como miembros del tricolor para ello, pero exigen un proceso limpio, transparente y auténticamente democrático.

Quieren que los candidatos del PRI sean realmente militantes, con trayectoria dentro del partido, lo cual va contra las reglas no escritas del Revolucionario Institucional, que si bien aplica sistemas democráticos en muchos casos, en otros la decisión es cupular. Eso generalmente ocurre en capitales de estado y ciudades importantes y Puebla es ambas cosas.

La democracia es un sistema de elección mediante el cual quienes deciden son las mayorías y ese sistema cada día lo aplica el PRI en muchos municipios, en otros, cada día son menos, sigue imperando la decisión de la dirigencia nacional.

Todos sabemos que los nombres de aspirantes que se han manejado por el municipio de Puebla son los de José Chedraui Budib, Enrique Doger y Enrique Agüera Ibáñez. Agregar a Óscar Aguilar y a Víctor Manuel Giorgana complicaría las cosas a la dirigencia estatal y es entonces cuando los dirigentes y quien venga de delegado nacional para coordinar las campañas en el estado, deberán desplegar sus mejores cualidades como negociadores.

De los cinco que han dicho abiertamente que aspiran (el único que no ha dicho nada al respecto, pero se ve, se siente, es Enrique Agüera, rector de la BUAP), los dos últimos, Óscar y Víctor Manuel, son los priistas, priistas. Es decir, han sido políticos desde muy jóvenes, han militado siempre en el PRI, han ocupado puestos de elección popular y puestos administrativos en los diferentes niveles de gobierno, pero a pesar de todo eso, no tienen, en el concepto de las dirigencias priistas, la fuerza, el prestigio que los tres primeros aspirantes, que han sido rectores de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (los dos Enriques), uno además presidente municipal y diputado local y federal después de su paso por la universidad, y el otro ha logrado un gran prestigio por el trabajo desarrollado al frente de una de las instituciones de educación superior más reconocidas a nivel nacional. Chedraui Budib, un empresario muy conocido en Puebla, hijo de empresarios de prestigio y apreciado en los medios en que se mueve.

En ciudades como Puebla, donde los grupos empresariales y de derecha tienen un peso político específico, todos los partidos, no sólo el PRI, prefieren colocar a personas relacionadas con ese medio en un puesto como el de presidente municipal.

Por eso la militancia política comprobada, como sin duda la tienen Óscar Aguilar y Víctor Manuel Giorgana, el desempeño en puestos públicos, de elección popular y administrativos y ellos los han tenido y se han desempeñado bien, no tienen mucho valor para ocupar un puesto como el de presidente municipal.

Panistas desconocidos, como Gabriel Hinojosa, Luis Paredes o Eduardo Rivera, pero apoyados por la Coparmex, la Canaco, la Canacintra, ganan, y priistas con prestigio y carrera dentro de su partido pierden.

Desde luego que hay candidatos del PRI que sin el apoyo empresarial o derechista ganan, y la prueba está en Enrique Doger Guerrero y en las simpatías que ha despertado Agüera Ibáñez, pero ellos han tenido un desempeño exitoso en la universidad más importante no sólo del estado sino de una amplia zona del país.

Sin embargo, hay que esperar. El priismo, dicen, está en proceso de cambio.

Preparándose para la asamblea nacional

Los integrantes de la nueva comisión estatal de procesos internos, que preside Bárbara Ganime en lugar de José Alarcón Hernández, fueron a la ciudad de México a una reunión de este tipo de comisiones para iniciar la preparación de la 21 asamblea nacional del PRI que se realizará en la capital del país los días 1, 2 y 3 de marzo.

Esta reunión tuvo como objetivo examinar las bases de la convocatoria emitida hace unos días por la dirigencia nacional y acordar los mecanismos que garanticen la legalidad y certeza del proceso, que se iniciará con la celebración de las asambleas municipales a partir de hoy y hasta el 10 de febrero, y la estatal que deberá realizarse entre el 1 y el 15 de febrero.

Notas breves: Nadie es indispensable en esta vida pero ¿qué va a hacer el PRI sin José Alarcón Hernández en un puesto clave como es la presidencia de la comisión de procesos internos? Sin menospreciar a la nueva presidenta, que tiene trayectoria y su desempeño ha sido bueno en todos los puestos que ha ocupado, José Alarcón ha sido toda una institución dentro del priismo local y para lidiar con priistas en los procesos internos hay que tener mucha paciencia, muchaprudencia y mucha experiencia… Terminó en México la asamblea nacional del PAN. La sorpresa fue la presencia de Josefina Vázquez Mota, excandidata presidencial que recibió un aplauso fuerte y con la gente puesta de pie, a diferencia del aplauso tributado al expresidente Felipe Calderón, que no estuvo pero fue elogiado por su “buen gobierno” por el dirigente nacional Gustavo Madero. El aplauso fue corto y tibio. Cuatro horas discutieron los panistas su inclusión en el Pacto por México y, al final, aprobaron la participación del PAN por unanimidad… Los perredistas iniciaron su campaña de afiliación, de la que esperan tener nada menos, pero nada más que 3 millones de miembros. Les puede pasar lo que al PAN, que en vez de crecer se achiquen.