Friday, 29 de March de 2024


El referéndum, la estrategia electoral del morenovallismo




Written by 

La estrategia de referéndum, un clásico en los manuales de marketing político, tiene un problema: la deslealtad del electorado de Puebla capital, entendida ésta como su volatilidad para cambiar sus preferencias políticas  

 

Como ningún otro gobernador en la historia, Rafael Moreno Valle vinculará directamente los resultados de su gestión gubernamental con las elecciones intermedias para renovar el Congreso local y los 217 ayuntamientos, al grado de convertir al proceso electoral en un auténtico referéndum en el que los poblanos deberán decidir si mantienen su apoyo a las “acciones que transforman” o, por el contrario, se suman a la inercia tricolor de Peña Nieto. El gobernador poblano, también, vinculará su destino al del candidato a la alcaldía de tal forma que ni Manuel Bartlett, Melquiades Morales o Mario Marín lo hicieron con sus gallos a la presidencia municipal. ¿Por qué? Porque si el candidato pierde, pierde también el gobernador. En cambio, en esta ocasión, si Tony pierde, también perderá el gobernador.

 

 

El plan de campaña de los morenovallistas está muy claro: voto a favor de la continuidad, de las “acciones que transforman”. Vota para que se mantenga la construcción de infraestructura, la cobertura de salud y el crecimiento económico detonado por la inversión extrajera de Audi y Volkswagen. No en balde el gallo para la alcaldía es el secretario de Infraestructura: en Tony Gali se cristaliza lo mejor del sexenio morenovallista, las obras más visibles e impactantes, la espectacularidad y la eficiencia.

 

 

La estrategia de referéndum, un clásico en los manuales de marketing político, tiene un problema: la deslealtad del electorado de Puebla capital, entendida ésta como su volatilidad para cambiar sus preferencias políticas. En la última década, los votantes de la Angelópolis y su zona metropolitana lo mismo han transitado por el PRI (2004, 2007 y 2009) que por el PAN (2006), la megacoalición PAN-PRD-MC-Panal (2010) y ahora hasta por López Obrador (PRD) en 2012.

 

 

¿Por qué el electorado poblano es tan volátil? ¿Por qué de una elección a otra es capaz de dar un salto cuántico en sus preferencias? Hasta ahora no he escuchado de ningún académico o estratega una explicación contundente. Unos apuestan por el nivel educativo y de acceso a la información, mientras que otros de plano creen en cierto grado de pragmatismo que hace preferir a los candidatos antes que a las ideologías o los partidos. ¿Qué quieren los electores poblanos para el 2013? ¿Continuidad o cambio de grupo en el poder?

 

 

El única dato cuantitativo que tenemos proviene de los sondeos de la empresa Mas Data, a cargo del investigador José Zenteno, correspondientes a los meses de julio y noviembre pasados, ambos publicados en este espacio.

 

 

A la pregunta: Pensando en las próximas elecciones de presidente municipal, ¿usted prefiere que alguien del grupo de Rafael Moreno Valle gobierne la ciudad o alguien de otro grupo político?, en el mes de julio un 47 por ciento estaba en contra y apenas 32 estaba a favor. Para noviembre la situación mejoró: el rechazo a un morenovallista disminuyó a 35 por ciento y el apoyo creció a 37. Por supuesto que Moreno Valle tiene números más actualizados y tras la campaña de posicionamiento de su segundo informe, es previsible que el apoyo a un morenovallista se haya incrementado.

 

 

Sin tener más datos a la mano, seguramente el 50 por ciento está a favor de la continuidad del grupo morenovallista y 50 por ciento a favor. Por eso Moreno Valle decidió atar su destino al de Tony Gali, aparecer en cientos de espectaculares a su lado y darle el apoyo que nunca antes un gobernador le había dado a su gallo. Bartlett no se la jugó así con Germán Sierra ni Melquiades Morales con Carlos Alberto Julián y Nácer. Mario Marín se desvinculó del resultado en la capital y envió a alguien que no era de su grupo, Blanca Alcalá, y gracias a eso ganó.

 

 

¿Pero hay un vínculo entre los resultados que ofrece la gestión gubernamental con el apoyo electoral?En Puebla no hay antecedentes de que el electorado de Puebla capital compre la estrategia del referéndum. Manuel Bartlett perdió las elecciones de 1995 pese a la construcción de la Angelópolis, el periférico ecológico y San Francisco. A Melquiades Morales le pasó lo mismo en 2001: los electores no le refrendaron su apoyo y prefirieron al PAN de Luis Paredes Moctezuma.

 

 

De hecho, la única entrega exitosa de Charlie Hall, entre compañeros del mismo partido, fue la de 2007 de Enrique Doger a Blanca Alcalá. Pero en los últimos años el péndulo va del PAN al PRI y viceversa. ¿Podrá entregarle Eduardo Rivera Pérez a Tony Gali?

 

 

La estrategia del referéndum es otra jugada a todo o nada de Moreno Valle. Si pierden las elecciones, también perderá el gobierno y todos los logros alcanzados se van a ir al bote de la basura de la Historia. Aunque claro, de todos modos, si el Congreso se pierde, el sexenio habrá terminado anticipadamente. Por ello es que el morenovallismo va a poner toda la carne al asador.

 

 

Rate this item
(3 votes)
comments powered by Disqus