Thursday, 25 de April de 2024


El reto sexenal: sacar a 400 mil poblanos de la pobreza para 2015




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El reto luce complejo y deben entrarle al toro por los cuernos pese a que el escenario macroeconómico no es favorable. La estimación de crecimiento para México disminuye, y casi todos ya están de acuerdo en que no llegará al 3 por ciento. En el caso de Puebla, la desaceleración es total pues la economía poblana creció apenas 0.7 por ciento en el primer trimestre de 2013

Después de ganar las elecciones en 2010, Rafael Moreno Valle se autoimpuso el destino de convertirse en el mejor gobernador de la historia de Puebla. Iba en camino de lograrlo hasta que el Coneval se cruzó en su camino. Luce difícil que lo logre si no es capaz de revertir en los próximos dos años la caída al tercer lugar en pobreza y sacar de la marginación, por lo menos, a los mismos 261 mil poblanos que cayeron en ella en el lapso 2011-2012 y un poquito más para regresar al cuarto lugar, y de preferencia, subir al quinto o sexto del ranking. El informe Coneval le ha impuesto a la administración morenovallista el reto de virar la política social y las inversiones públicas de los siguientes años. El segundo tramo del sexenio morenovallista debe ser el trienio del combate a la pobreza como prioridad ineludible.

 

 

Como buen liberal, Moreno Valle mantiene su fe en el crecimiento económico como vía para superar la pobreza. Es un buen seguidor de Adam Smith y David Ricardo, y parece difícil sacarlo de esa idea porque la discusión con los keynesianos lleva casi un siglo y todavía no termina. Lo que sí han demostrado las estadísticas de los últimos 20 años en México es que no basta generar riqueza. Es necesario redistribuirla. Y ahí la discusión puede durar siglos sobre la mejor forma de esa redistribución.

 

 

El morenovallismo tiene dos años para poner el pie en el acelerador ya que el siguiente informe del Coneval será publicado en agosto de 2015, a punto de entrar en el tramo final del sexenio y previo a las elecciones de minigobernador en 2016. No tendrán otra oportunidad porque el siguiente informe llegará hasta 2017, cuando Moreno Valle ya haya abandonado Casa Puebla. Para esos momentos también habrá llegado la hora de las definiciones en la candidatura presidencial del PAN, y parece poco probable que pueda consolidarla si el informe de pobreza muestra que en su Puebla nuevamente hubo rezagos. El combate a la pobreza, por razones electorales, también es una prioridad.

 

 

El reto luce complejo y deben entrarle al toro por los cuernos pese a que el escenario macroeconómico no es favorable. La estimación de crecimiento para México disminuye, y casi todos ya están de acuerdo en que no llegará al 3 por ciento. En el caso de Puebla, pese a que en 2011-2012 se creció al promedio del 7 por ciento, en este año será mucho menor. La cifra del INEGI recién publicada indica que la desaceleración es total, pues la economía poblana creció apenas 0.7 por ciento en el primer trimestre. Así que también será milagroso si llegamos al 4 por ciento.

 

 

Las estimaciones de la creación de empleo también vienen a la baja, y la gran esperanza es el arranque de Audi y su sistema de proveedurías, que se calcula podría generar alrededor de 8 mil empleos directos de buen nivel, así como la atracción de más inversión extranjera.

 

 

Pero la clave fundamental es el rediseño de las políticas públicas gubernamentales. De entrada, la Secretaría de Desarrollo Social requiere una nueva articulación y presupuesto. Hasta el momento ha sido una dependencia de segundo nivel, absolutamente no prioritaria. También la reactivación de las políticas públicas para el campo, ya que tan poco importantes fueron consideradas que Desarrollo Rural perdió su estatus de secretaría y se convirtió en una subsecretaría al interior del engendro que comanda Julio Lorenzini.

 

 

La clave, por supuesto, es la reorientación en las políticas de inversión pública. ¿En verdad tanto Centro Integral de Servicios (CIS) chiquitos, medianos o tamaño macro, sirve de algo? ¿Los puentes como el inaugurado ayer con costo de 312 millones de pesos aportan, o pudo hacerse algo más sencillo de menos de 100 millones para resolver el mismo problema de tráfico vehicular?

 

 

Tampoco es que el estado se vuelva asistencialista o se regrese a esquemas paternalistas de lucrar electoralmente con los programas de asistencia social. Pero el gobierno puede activar esquemas de empleo temporal, sobre todo para el millón 59 mil poblanos que se encuentran en pobreza extrema. No en balde el gobierno federal ha hecho de la marginación su programa estrella a través de la Cruzada Nacional contra el Hambre.

 

 

Las metas inmediatas están a la vista.

 

 

Para que Puebla regrese al cuarto lugar, debe sacar de la pobreza al mismo 3 por ciento que sumó entre 2011-2012 —261 mil poblanos— y que Oaxaca no tenga mayores avances en la siguiente medición. Más difícil lo tiene para alcanzar el quinto puesto, desplazar a Tlaxcala, pues requiere sacar a 6.5 por ciento de los poblanos, es decir, en términos netos hablamos de poco más de 400 mil. Pero para alcanzar el sexto lugar —Michoacán— tendría que redimir a 600 mil poblanos, una tarea cuasi imposible para dentro de dos años.

 

 

Así que las proyecciones de la pobreza en Puebla nos dan el escenario más realista: es sacar de la marginación a 400 mil poblanos en los próximos dos años, y esperar que Oaxaca y Tlaxcala no tengan avances. Es la única forma de remontar en el ranking al quinto estado más pobre del país. Pensar en avanzar al sexto es utópico.

 

 

¿Tienen el morenovallismo la fórmula para sacar de la pobreza a 400 mil poblanos en dos años? Quizá es la pregunta que se hacen ellos mismos.

 

 

 

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