Friday, 26 de April de 2024

Lunes, 08 Junio 2015 03:59

Entre el empate salomónico PRI-PAN, Morena se coló como tercera fuerza




Written by  Arturo Rueda

En el morenovallismo nadie podrá negar la crisis, especialmente en Puebla capital, resultado de varios factores que requieren cuantificarse cuidadosamente para entender las causales de la derrota. ¿Fueron malos candidatos Ángel Trauwitz, Cabalán, Albizuri y Angélica, pero Genoveva sí tuvo un desempeño óptimo? ¿Las medidas modernizadoras como RUTA, mal operadas, así como la privatización del agua y las fotomultas, generaron un voto de castigo? ¿Cuál es la responsabilidad política del grupo del gobernador, y cuál es la del alcalde?


Hacer las cuentas de la lechera siempre es malo, así como ser adivino de las gesticulaciones del rostro. Los adelantados comenten graves errores, como leer derrotas donde no hay, y festejar victorias anticipadas que no llegaron. Los resultados de la Elección 2015 abren un juego nuevo del que surgen importantes lecciones para los grupos dominantes de la política en Puebla. Con un empate salomónico del reparto de ocho distritos para cada bando, de acuerdo a las cifras del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), lo sencillo será interpretar que Hernández Deras consiguió el milagro de revivir al PRI, y que el morenovallismo entró en una fase crítica que complica el camino sucesorio. Lo importante es entender el por qué ocurrió todo eso.

 

La recuperación electoral del PRI y la bajada de Acción Nacional son vasos comunicantes que se alimentan a través de la presencia del jugador inédito en el proceso, Morena, que se convierte en la tercera fuerza electoral de la entidad con capacidad de desestabilizar los equilibrios vistos en comicios anteriores. El partido lópezobradorista es la variable no calculada en la elección que, de entrada, provocó una carambola inesperada en Puebla capital, donde obtuvo una votación promedio del 17 por ciento. Así, Acción Nacional perdió una parte de la votación anti-PRI, y con ello, dejó escapar dos distritos electorales, el VI y el XII, que probablemente serán tres, en caso de que Graciela Palomares ejecute el vuelco que estuvo a punto de conseguir a las 2:30 de la madrugada, cuando la diferencia era de apenas 33 votos con Angélica Ramírez.

 

El diseño comunicativo de Acción Nacional también fue responsable de ese desastre en la capital, pues lejos de aprovechar el repudio al presidente Peña Nieto, se dedicó a resistir los embates en contra de las acciones gubernamentales del morenovallismo. El delegado Ismael Hernández Deras, y la dirigente Ana Isabel Allende Cano, entregan buenos resultados al ganar ocho distritos electorales luego de que en abril el tricolor se encontraba in artículo mortis. El duranguense apretó y apretó, y de entrada, consiguió igualar la votación.

 

Existe un fracaso común, sin embargo. Los partidos mayoritarios se estacionaron en la franja del 30 por ciento, cada uno. Podrían tener más, pero la irrupción de Morena en el espectro político les robó clientela a ambos. El partido de AMLO tuvo un promedio en la capital de 17 por ciento, y ya en el cierre estatal sus números van a rondar los 12 puntos. Dejó muy atrás al PRD, ese engendro que lo mismo quieren manejar Luis Maldonado, Luis Miguel Barbosa y los Chuchos, pues el Sol Azteca se vio reducido a su mínima expresión al no llegar ni al 5 por ciento. De hecho, los votos nulos son la cuarta fuerza política.

 

En el morenovallismo nadie podrá negar la crisis, especialmente en Puebla capital, resultado de varios factores que requieren cuantificarse cuidadosamente para entender las causales de la derrota. ¿Fueron malos candidatos Ángel Trauwitz, Cabalán, Albizuri y Angélica, pero Genoveva sí tuvo un desempeño óptimo? ¿Las medidas modernizadoras como RUTA, mal operadas, así como la privatización del agua y las fotomultas, generaron un voto de castigo? ¿Cuál es la responsabilidad política del grupo del gobernador, y cuál es la del alcalde?

 

De las nuevas figuras impulsadas por el régimen, solamente Juan Pablo Piña pasó la prueba del ácido. Todos los hombres del gobernador, de Cabalán y Trauwitz a Mario Rincón, de José Domingo Esquitín a Mario Alberto Cruz, ninguno tuvo éxito. ¿Operaron mal o fueron malos candidatos?

 

Donde hay fiesta, seguro, será en la casa de los panistas tradicionales o yunquistas, quienes harán suya la derrota del morenovallismo en Puebla capital. Su huelga de brazos caídos funcionó, y quizá ahí también residen las derrotas en tres de los cuatro distritos de la Angelópolis. ¿Continuará el plan de ejecutar a Rafael Micalco, de mantener sometido a Lalo Rivera, de pensar que no se necesita a nadie?

 

El PRI toma oxígeno para continuar su reorganización de cara al 2016, y ahora tienen nuevos valores en cartera para aumentar la lista de aspirantes a Casa Puebla, consolidada la victoria de Alejandro Armenta en Tepeaca. La dirigencia estatal soportó sus peores momentos, pero Ana Isabel Allende tendrá una nueva legitimidad para continuar un ascenso político. Hacía falta sangre fría para aguantar el embate, y el momento adecuado la tuvieron.

 

El análisis concentrado en los actores políticos, sin embargo, no quita responder sobre los procesos, ni los cómo o los porqués. En específico uno: porqué Morena se convirtió en la tercera fuerza política, cómo le robó votos al PRI y al PAN, y sobre todo, qué papel va a jugar en 2016 una fuerza política que sin recursos, ni candidatos, ni propaganda, ni apoyo mediático, fue capaz de ganar el 11 por ciento de los votos en el estado, y el 17 en la capital. ¿Fue el factor eficiente que provocó las derrotas de Acción Nacional?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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