Thursday, 28 de March de 2024

Jueves, 18 Junio 2015 02:38

Gali tiene ocho meses por delante para ganar la minigubernatura




Written by  Arturo Rueda

Trabajar mucho para matar mucha grilla. El gobierno municipal debe ponerse en marcha, debe verse en marcha y ofrecer muchos resultados de aquí al 15 de febrero de 2016. Los meses siguientes serán cruciales, pues está demostrado que las elecciones no se ganan en las campañas, sino en los meses previos. Y ahora que Lorenzo Córdova abrió el ostión de los destapes al asegurar que no violan la legislación electoral ya que es “política”, lo mejor para los aspirantes es hablar claro a sus electores y reconocer a dónde quieren ir, y cuáles son sus merecimientos


Los nubarrones que durante semanas ensombrecieron la relación entre el gobernador Rafael Moreno Valle y el alcalde Antonio Gali, y que incluso amenazaron con darle un giro a la sucesión de 2016 a través de la figura de Cabalán Macari, llegaron a su fin. La derrota electoral en tres de los cuatro distritos de la capital, lejos de agravar la situación, obligaron a cerrar filas en el marco de la continuidad de un proyecto nacional en 2018 que necesariamente pasa por lo local en 2016.

 

La prueba de esa relación restaurada fue la presencia del edil en la mesa principal de la comida de la victoria en Casa Puebla, toda una declaración de intenciones al acomodarlo entre Ricardo Anaya, el próximo dirigente nacional de PAN, y los gobernadores electos de Baja California Sur y Querétaro, Carlos Mendoza Davis y Pancho Domínguez.

 

Fue el primer mensaje, pero no el único. El segundo es el relanzamiento de la figura del edil a través del mini informe que rindió ayer para dar cuenta del trabajo realizado por el gobierno municipal en los meses de veda electoral, así como la primera declaración explícita de su interés por contender por la minigubernatura del próximo año. Con frases cuidadosas, pero el candidato natural dijo lo que todo mundo ya sabía, pero se llegó a dudar en las semanas anteriores: que es la mejor carta, la más visible, y la más viable, para que el morenovallismo siga gobernando Puebla en los meses cruciales previo a la sucesión presidencial de 2018.

 

Lejos de inmiscuirse en la polémica por el relevo en la dirigencia estatal de Acción Nacional, en el pleito de Micalco contra todos los morenovallistas, Gali reivindica su postura ciudadana. Tampoco se mete a la discusión bizantina de cuánta fue su responsabilidad en la derrota de Xabier Albizuri, Ángel Trauwitz y Angélica Ramírez, o si tuvo que ver en la victoria de Genoveva Huerta. Lo más importante, de cara a la sucesión, es mostrar un Ayuntamiento que trabaja, un alcalde cercano a sus gobernados, y que sabe utilizar los espacios que se le brindan para defender el proyecto modernizador del morenovallismo.

 

El sábado pasado Gali fue el invitado especial a la ceremonia de la graduación en la Universidad de las Américas (Udlap), como también lo había sido de los egresados de la Facultad de Derecho de la BUAP. En ambos casos, su mensaje fue resumen de lo hecho en los 16 meses al frente del Ayuntamiento capitalino, que no es poco pero tiene como enemigo fundamental al factor tiempo.

 

Asumir la candidatura a la mini enfrenta un primer riesgo electoral: la acusación de chapulinismo. Quien quiera que sea su rival en el PRI o en Morena, le van tundir duro por ahí: que si se comprometió a mantenerse en el cargo los 4 años 8 meses, que si traicionó su promesa. El objetivo será ponerle piedras a su salida del Charlie Hall por allá de febrero de 2016, quizá después de rendir su primer informe de gobierno. Recordar una y otra vez que no cumplió.

 

En términos de comunicación política, la única salida es que, previo a su licencia, Gali pueda demostrar que una amplia corriente ciudadana le otorga su apoyo para contender por la minigubernatura. Que lo hacen porque hizo mucho en sus dos años como alcalde, y puede hacer más en su año 8 meses como gobernador.

 

Trabajar mucho para matar mucha grilla. El gobierno municipal debe ponerse en marcha, debe verse en marcha y ofrecer muchos resultados de aquí al 15 de febrero de 2016. Los meses siguientes serán cruciales, pues está demostrado que las elecciones no se ganan en las campañas, sino en los meses previos. Y ahora que Lorenzo Córdova abrió el ostión de los destapes al asegurar que no violan la legislación electoral ya que es “política”, lo mejor para los aspirantes es hablar claro a sus electores y reconocer a dónde quieren ir, y cuáles son sus merecimientos.

 

Por ello vale la pena echarle un ojo a lo que se hizo en los meses de la veda. La pavimentación con concreto hidráulico en seis avenidas que beneficiarán a más de un millón 856 mil 300 habitantes. El mantenimiento a más de 10 mil luminarias —cuatro mil 846 acciones preventivas y seis mil 161 reparaciones— además se colocaron 896 nuevas luminarias y se pusieron en funcionamiento 70 cámaras de vigilancia más. La intervención a 187 parques para mantener la imagen urbana y se pintaron 2 mil 431 edificios en 11 unidades habitacionales como La Margarita, La Rosa, Fuentes de San Bartolo, Villa Frontera, Loma Bella y Xilotzingo, entre otras.

 

Tony Gali recordó que como parte de los reconocimientos por buenas prácticas en la gestión municipal, en este lapso la corporación Fitch Ratings otorgó la calificación BBB, en escala internacional, y AA (mex) nacional, por la calidad crediticia del municipio. Asimismo, la SHCP reconoció que Puebla es el primer lugar nacional por la implementación del Presupuesto basado en Resultados (PbR). En estos meses, también se presentó la plataforma Smart Puebla. Se avecina la ampliación de la avenida Margaritas y el nuevo distribuidor 475.

 

Tony Gali tiene ocho meses, de aquí al 16 de febrero de 2016, para ganar la minigubernatura. Lo que no haga y venda en ese periodo, será muy complicado hacer y vender después ya en campaña. La guerra ya está en marcha, y el morenovallismo parte con ventaja porque ya tiene candidato

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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