Friday, 29 de March de 2024

Martes, 07 Julio 2015 02:47

El PRI pierde la primera batalla: ni el CEN ni Bucareli impugnaron la minigubernatura




Written by  Arturo Rueda

Lastiri sería el principal impulsor de la candidatura de Blanca Alcalá a la mini, con el objetivo de deshacerse de ella para el 2018: la considera la rival más peligrosa para sus aspiraciones y por tanto, lo mejor es enviarla a la guerra de una vez. Si gana, será una gobernadora con poco poder, y si pierde, será un cartucho quemado para buscar la gubernatura grande, la que vale la pena


No han entrado a la guerra del 2016, y los priistas poblanos ya perdieron la primera batalla por Casa Puebla. Aunque tenían la esperanza directa de que el CEN tricolor y Bucareli presionaran fuerte al gobernador Rafael Moreno Valle para ampliar el periodo de 1 año 8 meses, la minigubernatura quedó intacta en  la propuesta de Reforma Electoral avalada por Silvia Tanús como coordinadora de la fracción parlamentaria, quien nunca recibió instrucción de lo contrario, ni de César Camacho ni de los enlaces de Osorio Chong. ¿Se trata del primer mensaje de las relaciones entre Los Pinos y Casa Puebla que han vuelto a la normalidad luego de la guerra electoral del 7 de junio?

 

La duda carcome a varios priistas que vuelven a su natural canibalismo en ausencia del senador Ismael Hernández Deras, exitoso delegado del CEN en la elección federal pero que abandonó la entidad para asumir tareas en la Comisión Permanente de la Cámara Alta. Aunque los priistaspoblanos desean que permanezca como delegado y conduzca el proceso interno, el ex mandatario de Durango guarda un silencio sepulcral y se ha desentendido de todos los temas relativos a Puebla, por lo que nadie sabe si continuará. Allegados a Hernández Deras, sin embargo, dicen que en realidad terminó harto de los poblanos, como les ha pasado a todos los delegados.

 

Todavía la noche del jueves pasado, varios priistas de esos que presumen traer los pelos de la burra en la mano, se vanagloriaban quelas negociaciones de Bucareli habían derrotado a Moreno Valle, quien había aceptado ampliar el plazo de la minigubernatura. “Yo ya vi la iniciativa del gobernador firmada”, decían engolando la voz.

 

Pero llegó el viernes, y junto con la firma de los coordinadores parlamentarios que apoyaban el proyecto de Reforma Electoral plantada por el morenovallismo, apareció la firma de Silvia Tanús, y en ninguna parte del texto se consignó la ampliación de la minigubernatura. Luego, comenzaron a llover los reclamos para la coordinadora parlamentaria recriminando su apoyo. En todos los casos su respuesta fue la misma: en el CEN nos pidieron que la apoyáramos y Bucareli confirmó.

 

Como en política nada es casualidad, las malas interpretaciones comenzaron cuando Juan Carlos Lastiri, inmediatamente el domingo tras conocer la iniciativa, procedió a “no destaparse”. ¿Tuvieron que ver sus excelentes relaciones en Bucareli para que no hubiera objeción a la minigubernatura en la oficina de Miguel Ángel Osorio Chong? ¿Por qué no hubo presión desde ahí a Casa Puebla?

 

La permanencia de la minino cayó igual en todos los aspirantes, especialmente en los resignados a ir por sólo 1 año y 8 meses, como Enrique Doger o Javier López Zavala. La principal derrotada es Blanca Alcalá, y por ende, quien presentó las más fuertes objeciones que finalmente no fueron atendidas. Visto desde el otro lado, Lastiri es el principal beneficiario. Veamos.

 

Como dejamos establecido ayer, Lastiri volvió a caer en su porcentaje de conocimiento, y por tanto lo siguen rebasando Blanca y Doger, los mejores posicionados. Al subsecretario no le convenía que la mini se abriera a 4 años 8 meses porque, simple y sencillamente, no tiene con qué pelear la candidatura en términos de competitividad electoral. En cambio, ahora se va a deshacer de uno de sus contendientes probables para el 2018, y los dardos envenenados se dirigen hacia la senadora, pues a Doger no lo ven como rival.

 

Por consecuencia, Lastiri sería el principal impulsor de la candidatura de Blanca a la mini con el objetivo de deshacerse de ella para el 2018: la considera la rival más peligrosa para sus aspiraciones y por tanto, lo mejor es enviarla a la guerra de una vez. Si gana, será una gobernadora con poco poder, y si pierde, será un cartucho quemado para buscar la gubernatura grande, la que vale la pena.

 

Por supuesto que se trata de especulaciones generadas en los equipos políticos de ambos personajes, pero el único hecho confirmado es que tanto el CEN, como Bucareli, es que dejaron pasar la mini, y con ello, fortalecieron la piedra angular de la continuidad morenovallista, lo que significa que las aguas del río han vuelto a su cauce. Es decir, al natural entendimiento entre Pinos y Casa Puebla, lo que nuevamente abre la posibilidad es que la guerra de 2016 no sea tan guerra como pintaba, ya que el interés del peñanietismo es mantener con vida a Moreno Valle al interior de Acción Nacional para lo que se ofrezca en 2018.

 

En resumen: la vuelta al escenario de pesadilla que tenía el PRI hasta antes de la victoria en los nueve distritos electorales.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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