Thursday, 28 de March de 2024

Miércoles, 29 Julio 2015 02:51

El error de Moreno Valle fue sostener a Facundo tras Chalchihuapan




Written by  Arturo Rueda

Facundo debió caer hace trescientos ochenta y cinco días, pero Moreno Valle lo sostuvo porque siempre creyó en sus explicaciones sobre lo ocurrido el 9 de julio de 2014. Le creyó, o se empecinó, o no quiso entregar su cabeza a la prensa crítica y a la turba tuitera.  Muchos personajes de su primer círculo, en las horas álgidas de la crisis, siempre sugirieron bajar ese fusible para detener el escándalo. Una y otra vez, el gobernador negó esa cabeza 


De julio de 2014 a julio de 2015, Facundo Rosas Rosas sobrevivió trescientos ochenta y cinco días al escándalo Chalchihuapan, que no lo tumbó. Ahora que se fue, o lo fueron, el alumno destacado de Genaro García Luna, se lleva en sus alforjas los dos principales escándalos que sacudieron al gobierno morenovallista. Cada uno peor que otro: del desalojo violento en la autopista a Atlixco y la muerte del menor José Luis Tehuatlie, se enteraron 45 de cada 100 poblanos. Pero de la detención de los mandos policiacos por elementos del Ejército lo hicieron 70 de cada 100, una turbina mediática que generó una crisis de seguridad pública en ausencia vacacional del gobernador.

 

Si Facundo regresó del caso Chalchihuapan, del escándalo de los “polis chupaductos” no pudo.Un niño muerto no cavó su tumba, pero sí el hedor de la corrupción de la red policial que brindaba protección a los “chupaductos” de la zona de Tepeaca. Lo advertimos en este espacio desde el primer día: ¿Qué tanto sabía el titular de la SSP de las actividades ilegales del director de la Policía Estatal y del jefe del GOES? Si lo sabía todo —como lo declararon los ex mandos ante el MP federal— es un corrupto, si no, un pelmazo al que toda la corporación le veía la cara. En cualquier caso, su permanencia al frente de la Seguridad Pública era inviable, imposible.

 

Facundo debió caer hace trescientos ochenta y cinco días, pero Moreno Valle lo sostuvo porque siempre creyó en sus explicaciones sobre lo ocurrido el 9 de julio de 2014. Le creyó, o se empecinó, o no quiso entregar su cabeza a la prensa crítica y a la turba tuitera. Muchos personajes de su primer círculo, en las horas álgidas de la crisis, siempre sugirieron bajar ese fusible para detener el escándalo. Una y otra vez, el gobernador negó esa cabeza  y aun con la recomendación AVG/2014 sobre sus hombros, lo sostuvo en el cargo.

 

Hoy Moreno Valle debe estar arrepentidísimo. De haber sabido que Facundo Rosas le iba a pagar con la barrabasada de la protección a la mafia del robo de combustible, seguro desde Chalchihuapan lo hubiera puesto de patitas en la calle. Se hubiera ahorrado mucho desgaste, y aunque ahora hay un correctivo firme, el daño a la imagen gubernamental está hecho. Dos semanas trascurrieron desde la detención hasta que, de vuelta de sus vacaciones, Moreno Valle cortó de tajo la cabeza de su polémico jefe policiaco.

 

No hay mal que por bien no venga.  Facundo Rosas era uno de los escollos para dar por cumplida la recomendación AG/2014 de la CNDH y dar por cerrado el expediente, pues el gobernador les permitió impugnar la multa, así como operó la liberación de los policías señalados por la actuación negligente. Rosas Rosas fue un mal pagador a la benevolencia con la que fue tratado. Son del tipo de cosas que Moreno Valle no permite, ni perdona. Ahora podrá echarle la aplanadora, y dar por concluido el caso Chalchihuapan. Horror con horror se paga.

 

¿Fue tardía la renuncia del alumno distinguido de Genaro García? Es evidente que nadie pudo, o quiso, darle el adiós a Facundo Rosas en la ausencia del gobernador, y debió esperarse hasta que volviera de sus vacaciones. Sin embargo, el ahora ex titular de SSP ya nunca compareció públicamente para explicar el vínculo con sus subordinados: ¿Qué tanto sabía y cómo se ven las cosas?, ya nunca va a comparecer.

 

El gobierno morenovallista enfrenta un momento crítico de recomposición, tanto de su imagen pública como de sus políticas de cara a la elección de 2016. La permanencia de Facundo puso en riesgo la identificación de Puebla como uno de los estados más seguros del país, así como la inversión multimillonaria en infraestructura de seguridad pública. ¿De qué sirve la inversión en Arcos, complejo C5, la red de videovigilancia, el nuevo cuartel metropolitano, si los policías están coludidos con los delincuentes?

 

Según la encuesta de Mas Data, tras la detención del ex jefe de la Policía Estatal y del ex jefe del GOES, un 55 por ciento consideró que Puebla es más insegura a la que dice el gobierno. Y esa calificación es un lujo que el morenovallismo no puede darse, a diez meses de la elección de la minigubernatura.

 

Facundo fue un gran error del gobierno morenovallista, y se pagó un precio alto por sostenerlo desde Chalchihuapan. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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