Saturday, 20 de April de 2024

Jueves, 30 Julio 2015 02:34

Un gabinete para la contracampaña de contraste




Written by  Arturo Rueda

A diez meses de la elección, hay una campaña de contraste en marcha. En el PRI la encabeza Enrique Doger, luego de la lección aprendida en los comicios federales. Para evitar que siga haciendo daño, Moreno Valle regresó de sus vacaciones y se puso al frente de la contracampaña de contraste


Por supuesto que el gobernador Rafael Moreno Valle necesita un gabinete de cierre, como él mismo lo denomina, y por eso prepara cambios que anunciará la segunda semana de agosto. Además de lealtad y eficiencia, necesita un grupo de secretarios capaces de salir a defender los logros y las políticas del morenovallismo. Un grupo de hombres y mujeres con capacidad de contrastar, y no una parvada de mudos inmóviles, como ocurrió en las elecciones de 7 de junio y semanas posteriores, cuando el PRI se dio vuelo remarcando lo errores de la administración morenovallista sin que nadie pusiera pecho a las balas.

 

A diez meses de la elección, hay una campaña de contraste en marcha. En el PRI la encabeza Enrique Doger, luego de la lección aprendida en los comicios federales. Para evitar que siga haciendo daño, Moreno Valle regresó de sus vacaciones y se puso al frente de la contracampaña de contraste. Ayer pidió recordar cómo estaba Puebla antes, alejada de las inversiones, con desprestigio nacional. Antier defendió proyectos como la Ruedota, sus grandes obras, convencido de que sí generaban un crecimiento económico y combatían la pobreza. ¿Pero quién acompaña a Moreno Valle en la batalla mediática?

 

No su partido, por lo menos hasta que Rafael Micalco deje la dirigencia estatal. E incluso en ese momento, es difícil que un muchacho sin estudios universitarios como Jesús Giles pueda argumentar algo desde el PAN estatal. Los panistas tradicionales están resentidos. En el PRD, la corriente de Barbosa ya regatea todo y se da vuelo criticando. Gerardo Islas anda de vacaciones. Los de Compromiso ni atan ni desatan.

 

Repito: ¿Quién se va a poner al frente del debate mediático para defender los resultados y políticas del morenovallismo?

 

Con más luces que sombras, el gobierno morenovallista ha hecho mucho pero perdió la iniciativa a la hora de comunicar, porque varios de sus integrantes se acomodaron en la política del silencio y la inmovilidad. Nada ejemplifica mejor el pasmo gubernamental que la detención de los dos mandos policiacos involucrados en la red de protección a chupaductos. En ausencia del gobernador por periodo vacacional, el número dos de la administración, Jorge Cruz Bermúdez, debió tomarel toro por los cuernos para abonar a la tranquilidad social. Pero por el contrario, el titular de SGG se escondió cual ciervo asustado.

 

Es cierto que el gabinete ha sufrido la inestabilidad del proyecto político: Luis Maldonado Venegas dejó la SGG para asegurar su lugar en San Lázaro, y aunque ya se sabía que su reemplazo era chiquito, en realidad fue minúsculo. En esa oleada de cambios hubo nombramientos terribles: un nadador quedó al frente de la SEP, y como el gobernador no lo conocía ni sabía su nombre, apenas duró unas semanas hasta que su patetismo terminó cuando Patricia Vázquez asumió la dependencia. Algo parecido ocurrió en Salud, pues el médico jalisciense que suplió a Rivero Trewartha, no pudo ni sentarse antes de que llegara la eficiente Consuelo Anaya.

 

La peor designación fue la recomendada de Javier Lozano Alarcón para la Secotrade, dio lo que se esperaba de ella: nada. Es el día en que ni siquiera la conocen los ejecutivos de Audi, por lo que Pablo Rodríguez sigue siendo una especie de titular en la sombra. Con alguna experiencia en la administración central del IMSS, a Puebla vino a hacer el ridículo. A ver si le vuelven a hacer caso a Lozano.

 

El único miembro original del gabinete que sigue en funciones es Víctor Carrancá, quien se prepara a asumir la transformación de la PGJ en Fiscalía. Luis Banck es el único con voz pública, y los eficientes silenciosos son Roberto Rivero, Rodrigo Riestra, Max Cortázar y Roberto Trauwitz. De todos los demás se duda.

 

La designación más importante que se avecina —como lo comentó previamente Ricardo Morales— es el regreso de Roberto Moya Clemente, quien asumirá la oficina de la gubernatura como Jefe de Gabinete, al margen del retorno de Luis Maldonado al frente de la SGG, quien ya tiene como segundo de a bordo al frente de la operación política a Fernando Morales.

 

Moreno Valle necesita, además de funcionarios con perfil técnico y lealtad probada, secretarios dispuestos a lanzarse a la batalla mediática. Qué puedan defender lo que se ha hecho bien y justificar los déficits. Otra campaña de contraste respondida con el silencio será dramática para Gali. La contra campaña de contraste tiene como contenido convencer del porqué vale la pena mantener al morenovallismo en el poder. Y no va a ser sencillo hacerlo tras lo ocurrido en los dos últimos años.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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