Saturday, 20 de April de 2024

Miércoles, 30 Septiembre 2015 02:52

Entregar Veracruz obliga a Beltrones a ganar Puebla




Written by  Arturo Rueda

Si Manlio ha entregado Veracruz al PAN, ahora tiene que quitarle Puebla al albiazul. Solamente así equilibrará las cuentas del partido, y las propias, en su balance de 2016. El entusiasmo inicial del carro completo de las 12 gubernaturas se va apagando, y de las 9 que se consideraban seguras por tenerlas ya el PRI, ahora debe quitar Veracruz. Es cierto que también se pueden recuperar Oaxaca y Sinaloa, pero la ecuación del tamaño de padrón, hace imprescindible la recuperación de Puebla


Agotada la verbena por su llegada la dirigencia nacional del PRI y terminada la gira triunfal, llegó la hora para Manlio Fabio Beltrones de ponerse a trabajar en serio, porque las alertas rojas se han disparado. El epicentro de la alarma sísmica se sitúa en Veracruz, donde el mamarracho gobernador Javier Duarte hace todo lo posible para que el tricolor pierda uno de sus bastiones. Al igual que en Puebla, los jarochos elegirán minigobernador; estrategia que Duarte copió a Moreno Valle, y todas las encuestas indican la alta probabilidad de que el partidazo tenga una sonora derrota provocada por el mal gobierno de Duarte. ¿Si Veracruz va a convertirse en derrota, puede Beltrones darse el lujo de perder también Puebla, la segunda corona en disputa en 2016?

 

Yo lo dudo mucho. Pero en Veracruz a todos se les salieron las cosas de las manos. Además de la percepción de un mal gobierno, ahora hay una crisis política generada por el botarate Duarte con los dos senadores priistas, Héctor Yunes Landa y José Yunes Zorrilla, ahora principales portavoces del desastre financiero y de corrupción que viven los jarochos, un discurso que antes protagonizaban los Yunes del PAN, y Buganza, el ex panista que ahora pretende jugar de candidato independiente a la minigubernatura.

 

Veracruz arde y nadie sabe si el talento de Beltrones será suficiente para apagar el incendio. Todo comenzó el domingo, cuando en un mitin de la CNC, el botarate Duarte se hizo el gracioso y regaló a Héctor Yunes Landa, el senador priista, una caña de pescar para que la usara para atrapar peces gordos, y sugirió emplearla “con los de enfrente”, su familia, en abierta referencia a los Yunes del PAN. El senador ni siquiera se quedó a finalizar el mitin, devolvió el regalo y comenzó a dar declaraciones tronantes en contra de Duarte, secundado por el otro senador priista, José Yunes Zorrillo, con lo que ambos se convirtieron en primera plana de Reforma, bajo la cabeza “Denuncian desde PRI corrupción de Duarte”.

 

 

De fondo, se percibe una disputa sobre quién tiene el dedazo en Veracruz: si el gobernador Duarte o el Presidente Peña Nieto. Por supuesto, el mamarracho cree que es él quien goza de la prerrogativa, mientras que desde Los Pinos se reclama el derecho histórico de nombrar a los candidatos a gobernadores.

 

Vista la reacción de los alfiles más poderosos de tricolor como Emilio Gamboa o César Camacho, al gobernador lo han puesto contra las cuerdas. Nadie salió a defenderlo ni a censurar a los senadores Yunes. Así que lo más probable es que desde Los Pinos, con la anuencia del CEN, se ha decidido entregar Veracruz para poner a Duarte en el matadero, un castigo ejemplar para otros mandatarios que quieran rebelarse a los dedazos presidenciales.

 

Si Los Pinos, Segob y el CEN tricolor han decidido dar por perdido Veracruz, ¿pueden darse el lujo de perder Puebla también?

 

No, a menos que quieran pavimentarle el camino a López Obrador. Si el PRI pierde Puebla y Veracruz en 2016, dejaría en el aire a los diez millones de electores que suman entre ambas entidades. En Jarochilandia se contabilizan 5 millones 736 mil electores, y en Puebla 4 millones 300 mil. ¿Cómo pretenden retener la Presidencia si no gobiernan en ambas entidades?

 

Si Manlio ha entregado Veracruz al PAN, ahora tiene que quitarle Puebla al albiazul. Solamente así equilibrará las cuentas del partido, y las propias, en su balance de 2016. El entusiasmo inicial del carro completo de las 12 gubernaturas se va apagando, y de las 9 que se consideraban seguras por tenerlas ya el PRI, ahora debe quitar Veracruz. Es cierto que también se puede recuperar Oaxaca y Sinaloa, pero la ecuación del tamaño de padrón, hace imprescindible la recuperación de Puebla.

 

Pero en el CEN van lentos, o así se vislumbra. Entre más tiempo se tarden en tomar la decisión, más tensión habrá entre los propios priistas. De momento, se ignora todo. Si habrá un nuevo delegado que sustituya a Ismael Hernández Deras, y también si habrá cambio en la dirigencia estatal. El único movimiento real ha sido la interposición de la acción de inconstitucionalidad contra los candados antiBronco.

 

En Veracruz hay incendio. Si no se apuran, en Puebla también explotarán las tensiones. El escritorio de Beltrones se llena de pendientes

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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