Si alguien entiende de esto, que nos lo explique.

Blanca Alcalá es senadora.

Blanca Alcalá es, según la prensa morenovallista, la ya ungida candidata del PRI a la minigubernatura.

El Senado, con la Reforma Política, tiene la facultad de designar a los magistrados electorales, para, en teoría, evitar la injerencia de los gobernadores.

Blanca Alcalá, que es senadora, integrante de la Jucopo y candidata en ciernes a la minigubernatura, no pudo anoche impedir que el morenovallismo se apropiara del Tribunal Estatal Electoral.

O no quiso.

Con todo y la presencia de la senadora-candidata priista en la mesa de negociaciones, Moreno Valle se agandalló dos de los tres asientos del TEEP, a través de Adrián Ricardo Gutiérrez Perdomo y Fernando Chevalier Ruanova.

El PRI sólo se quedó con un magistrado, Jorge Sánchez Morales, que fue el presidente del IEE cuando Moreno Valle ganó en 2010.

(Sánchez Morales, por cierto, era ficha de Lucero Saldaña, no de Blanca Alcalá).

De hecho, PRI y PAN votaron juntos las planillas ganadoras.

Es decir, Blanca votó por entregarle al morenovallismo el Tribunal Electoral que va a calificar su elección, y además, la de 2018.

Si estas premisas resultan verdaderas, Blanca sufrió su primera derrota sin aparecer en la boleta.

Si estas premisas resultan falsas, Blanca dejó pasar la mayoría morenovallista por la simple y sencilla razón de que NO será la candidata del PRI, y se avecina una sorpresa para cuando Los Pinos dé a conocer al Tapado.

Esperemos que 24 Horas Puebla, el periódico del morenovallista Eukid Castañón, nos pueda explicar este acertijo tan bonito.

¿Por qué Blanca no metió las manos en la designación del Tribunal Electoral?