Friday, 26 de April de 2024

Miércoles, 11 Marzo 2015 02:23

Los miedos de Luis Ernesto Derbez y las razones del oscuro amparo




Written by  Arturo Rueda

Según el columnista Alberto Aguilar, Jenkins hijo acudió directamente al gobernador Moreno Valle, a quien puso al tanto de las irregularidades de la fundación más importante de Puebla. Se inició entonces la investigación y se llamó a cuentas tanto a los involucrados directos con la Mary Street Jenkins, como a los de la Fundación Udlap. Se encontraron varias irregularidades, entre ellas la negativa de pagar el impuesto del 6 al millar al que están obligadas todas las fundaciones por los ingresos que reciben


No es Dinamarca, pero en la Fundación Mary Street Jenkins y en la Universidad de las Américas Puebla algo huele muy podrido. El buscapiés lanzado a través de la revista Proceso cuyo objetivo era canonizar a Luis Ernesto Derbez como un perseguido político del régimen morenovallista, únicamente fue el tiro que salió por la culata: mostró al rector de la Udlap como el hilo más delgado de una trama de desvío de decenas de millones de dólares, pero también exhibió sus miedos de que el brazo largo de la justicia lo alcance, a él y su titiritero Guillermo Jenkins Anstead. ¿Si no tiene pavor a perder su libertad, por qué tramitó un amparo en el que se victimiza? ¿Y si todo es cool con el gobierno estatal, por qué envió un comunicado tan oscuro a la hora de darle luz a los hechos ilegales de los que se le acusa?

 

Repasemos la historia. Aunque se trata de un pleito que afecta la vida de la fundación más importante de Puebla, valuada en alrededor de mil millones de dólares, la prensa local no ha volteado a ver las implicaciones de la ruptura entre Guillermo Jenkins Anstead (padre) con Guillermo Jenkins de Landa (hijo). El papá expulsó a su primogénito del patronato cuando éste reclamó el desvío de los recursos de una asociación benéfica a la construcción de desarrollos inmobiliarios a través del Grupo Reforma Bicentenario, como un terreno en la avenida Reforma del DF y otro complejo en Los Cabos. Es decir, el sentido benéfico se trastocó en la obtención de lucro.

 

Para expulsar a Guillermo Jenkins de Landa del patronato de la fundación, Jenkins Anstead recurrió a varias triquiñuelas, incluida la falsificación de firmas, de la que habría tomado parte el rector Luis Ernesto Derbez, por lo que se procedió a la interposición de sendas denuncias penales. Aunque el patrimonio y recursos de la fundación se encuentran distribuidos en varias cuentas de Estados Unidos y paraísos fiscales, Jenkins hijo recurrió a las instituciones poblanas una vez que el acta constitutiva fue legalizada aquí.

 

Las asociaciones civiles y las fundaciones se encuentran reguladas por Junta para el Cuidado de las Instituciones de Asistencia Privada —antes Junta de Beneficencia— cuyo primer presidente fue el ex gobernador Guillermo Jiménez Morales, y tras una rápida renuncia, asumió el consejero electoral Gustavo Garmendia Rodríguez, que tiene como secretario al empresario Andrea Ambrogi. Ante esta instancia recurrió Guillermo Jenkins hijo para querellarse por el indebido manejo de los recursos, así como su ilegal expulsión del patronato. El pleito jurídico ya va para dos años.

 

Largo contexto, pero aquí viene lo interesante. Según el columnista Alberto Aguilar, Jenkins hijo acudió directamente con el gobernador Moreno Valle, a quien puso al tanto de las irregularidades de la fundación más importante de Puebla. Se inició entonces la investigación y se llamó a cuentas tanto a los involucrados directos con la Mary Street Jenkins, como a los de la Fundación Udlap. Se encontraron varias irregularidades, entre ellas la negativa de pagar el impuesto del 6 al millar al que están obligadas todas las fundaciones por los ingresos que reciben. La investigación penal también se encuentra en desahogo en el más completo sigilo de la PGJ.

 

Enterado de que ya es investigado por sus pecados, Luis Ernesto Derbez recurrió a un amparo para evitar ser detenido. Y como es obvio, procedió a victimizarse, por lo que habría argumentado los “tormentos” que sufre de parte del gobierno morenovallista, que quiere cercenar su “espíritu crítico”, tal como relató el reportero Álvaro Delgado en el más reciente número de Proceso.

 

Nunca se imaginó Derbez que su recurso iba a trascender a la esfera pública, por lo que con una investigación penal de por medio, prefirió medio recular en un comunicado oscuro, donde si bien acepta haber interpuesto el amparo, también afirma tener una relación cordial e institucional con el gobernador Moreno Valle. Los medios críticos al régimen de inmediato se colgaron del reportaje de Proceso, pero guardaron ominoso silencio ante el comunicado del rector de la Udlap. Lo creían víctima, pero resultó que tal vez en verdad es lobo.

 

El pleito de los Jenkins va para largo. Las implicaciones legales de la expulsión del patronato del primogénito de la familia, así como las denuncias penales por malversación de fondos y la falsificación de firmas, se sustancian en varios tribunales y nos hacen recordar la cruenta lucha de los Espinosa Yglesias contra, precisamente, la familia Jenkins. Cientos de millones de dólares están en juego, y todavía es temprano para saber si Luis Ernesto Derbez irá a la cárcel. Pero de que tiene miedo en el cuerpo, lo tiene. Y si no, ¿por qué interpuso el amparo y se victimizó?

 

 

 

 

Rate this item
(3 votes)
comments powered by Disqus