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El gobierno federal ha tomado la decisión más sabia para enfriar la recta final de la elección, que empezó fría y termina candente: suspender el reparto de televisiones este día, para reanudar el 9 de junio, pasados los comicios, es un mensaje de tranquilidad en un escenario que empezó a enturbiarse tras el homicidio en Chignahuapan de Salvador Méndez, coordinador de campaña de Lorenzo Rivera Sosa en el Distrito II de Zacatlán. La calentura de los últimos días choca con el desánimo general del electorado, que no tuvo incentivos ni candidatos atractivos para superar, por lo menos, el 40 por ciento de la votación.
Precisamente esa falta de participación, calculada en un porcentaje menor al 40 por ciento del electorado, provoca la tensión entre los cuartos de guerra de Acción Nacional y el PRI, ya que todo se definirá a partir de la movilización de sus estructuras. Voto duro vs voto duro terminará siendo el escenario más factible. Y aunque las encuestas, como señalé en una entrega anterior, perfilan todavía cerrados empates en por lo menos siete distritos, la movilización del domingo 7 de junio tiene la cara de un choque de trenes.
Los signos de enrarecimiento comenzaron a detectarse desde hace una semana, cuando el delegado Ismael Hernández Deras denunció el hostigamiento a sus promotores por parte de policías estatales y municipales. Pero la bomba estalló ayer con el homicidio del regidor de Chignahuapan, hecho que condenó César Camacho en su cuenta de Twitter haciendo gala de una dureza, que, a su vez, impulsó la dura reacción local.
El abismo está a un paso, pero en las catacumbas del poder se negocian espacios de distensión. El gobierno federal ya puso la muestra deteniendo la entrega de televisores.¿Qué ofrecerá el morenovallismo a cambio?
Cualquiera que sea la negociación, ayer no se vio. Tras la rueda de prensa del delegado del CEN en la que pidió que la PGR atrajera la investigación del homicidio del regidor, los panistas salieron a escena para calificar de espeluznante la vinculación de ese asesinato a razones políticas, mientras que Jorge Aguilar Chedraui pidió la renuncia de Juan Manuel Vega Rayet a la delegación de Sedesol bajo el cargo de haber encontrado bodegas en Teziutlán y Tepeaca con material de apoyo a los candidatos del tricolor.
Mientras, la sangre siguió corriendo para enrarecer el ambiente. La ejecución de un “narcomenudista” en la 11 Sur y cuarta sección de San Ramón. El asesinato de un hombre en las inmediaciones de Huexotitla. Otra balacera en Tehuacán con saldo de dos heridos.
La campaña electoral, que en las primeras dos o tres semanas parecía de hueva, termina muy caliente. Tanto como la de 2013, cuando un par de noches antes de los comicios, el ex rector Samuel Malpica fue asesinado en la colonia San Manuel, crimen que nunca fue esclarecido, pero le puso los pelos de punta a todos.
¿Qué más falta por ver en el cierre ciclónico de 2015, que no es otra cosa que la puerta de entrada a la sucesión de 2016?