Fue un mitin de campaña, una concentración para simpatizantes de Morena, un templo de adoración para 15 mil poblanos, fue un ‘tlatoani’ acompañado por su esposa que busca reiniciar su relación romántica con Puebla, fue la oportunidad para abuchear a la presidenta municipal, al gobernador interino y hasta a los fallecidos en el ‘helicopterazo’.

La primera visita oficial de Andrés Manuel López Obrador a Puebla capital, la segunda gira al estado como presidente, estuvo enmarcada en el proceso interno de Morena para elegir candidato a la gubernatura para la elección extraordinaria.

Por supuesto, ninguno de los tres aspirantes fue invitado. No se apareció ni Barbosa, ni Armenta, ni Nancy.

Pero el tabasqueño aprovechó para lanzar duros mensajes que todos interpretaron como parte de ese proceso interno, pero según los bandos, los destinatarios eran diferentes.

Por ejemplo, aquello de que nadie se atreva a usar su nombre para ganar adeptos.

O eso de que ya no queremos el político fantoche, ambicioso, corrupto, el “quítate tú porque voy yo”.

“No va a haber impunidad, nada de que: ‘yo vengo de la lucha contigo desde hace 40 años y yo siempre he estado solidario. Quiero ser candidato a como dé lugar’. No luchamos por cargos. Luchamos por la transformación de México, luchamos por ideales, luchamos por principios”, dijo el presidente.

Previo a la ronda de mensajes para Morena, la alcaldesa Claudia Rivera Vivanco recibió rechiflas y gritos: ¡fuera, fuera!, lapidación tumultuaria que luego se trasladó al gobernador Pacheco Pulido, quien prefirió acortar su discurso a menos de un minuto.

Con su visita a Puebla culminó de recorrer las 32 entidades federativas con motivo de sus primeros 100 días al frente del gobierno federal, y anunció que volverá hasta que termine el proceso extraordinario.

Y aunque los 15 mil reunidos en el Centro Expositor no se cansaron de vitorearlo, así como a Gutiérrez Müller, quedó la sensación de que hizo falta un anuncio espectacular al margen del desglose de beneficios de sus nuevos programas sociales.

Pinta su raya y lanza pedradas en la interna

López Obrador aprovechó su mensaje para ‘pintar raya’ con los aspirantes del partido que fundó al Gobierno del Estado que no permitirá la lambisconería, ni el que se quieran ‘colgar’ de su nombre para tratar de hacerse de la nominación.

Fue este domingo en que miles de poblanos beneficiarios de los programas sociales de la recién reconfigurada Secretaría de Bienestar y curiosos que buscaban escuchar o ver de cerca al presidente constitucional del país acudieron al Centro Expositor de la capital del estado, en medio de protestas de trabajadores despedidos, encargadas de estancias infantiles, defraudados y demás quejosos que buscaban captar la atención de López Obrador por al menos un par de segundos para hacerle llegar sus reclamos.

En contraste a las quejas en la explanada del Centro Expositor, decenas de vendedores ambulantes se apoderaron de este espacio para ofertar ‘pejecitos’ de peluche, gorras, playeras, sombrillas, chalecos, llaveros y toda clase de artículos con el rostro y las frases utilizadas por López Obrador, como su ya famoso ‘me canso ganso’.

Fue minutos antes de las 13:00 horas de este domingo que López Obrador ingresó al Centro Expositor abarrotado por miles de poblanos y de sus seguidores, quienes pese al dispositivo de seguridad y a que el titular del Ejecutivo se encontraba acompañado de elementos del Estado Mayor Presidencial y de la Ayudantía, trataron de acercarse a él lo más posible para tratar de saludarlo, tomarse una selfie, tocarlo o entregarle un escrito con todas sus demandas.

A su paso, López Obrador saludaba y se abrazaba con los poblanos que eufóricos ponían a prueba la resistencia de las vallas de seguridad que los contenían, mientras que los elementos de seguridad como mantra repetían a todos y cada uno de los asistentes: no apriete, no agarre, no sostenga al presidente. 

Es un honor estar con obrador vs abucheos y rechiflas

Pese a que a lo largo de la semana surgieron convocatorias para presentarse al Centro Expositor este domingo y boicotear el segundo evento en Puebla de López Obrador como presidente de México, el mandatario ingresó en medio de gritos de ¡presidente! y el ya clásico, ‘es un honor estar con Obrador’.

El tabasqueño llegó a Puebla con prácticamente 100 días de administración cumplidos y con una aprobación, de acuerdo con diversas encuestas, del 86 por ciento, cuestión que fue evidenciada por los miles de asistentes que corearon su nombre y lo vitorearon a lo largo de su estadía en el Centro Expositor.

Sin embargo, la presidenta municipal de la capital, Claudia Rivera Vivanco, no corrió con la misma suerte, pues en el momento en el que fue anunciada por el sonido local, la rechifla, los abucheos y los gritos de ‘fuera, Claudia’ retumbaron en dicho recinto sin cesar.

Nombrada por el maestro de ceremonias o enfocada por las cámaras para ser proyectada en las pantallas del circuito cerrado del lugar, miles de poblanos aprovecharon cualquier oportunidad que se les presentaba para repudiar y exigir la salida de la presidenta municipal de Puebla, emanada de Morena.

Incluso, cuando López Obrador arribó al templete y comenzó a saludar al presídium, las cámaras de video captaron el momento cuando saludó a Rivera Vivanco, lo que desató la gritoniza y la rechifla generalizada, que la edil tuvo que aguantar rodeada de los brazos del presidente del país, quien la abrazaba en ese preciso momento.

Pese a haber llegado de la mano de los diputados de Morena en el Congreso del Estado a la gubernatura interina, el titular del Ejecutivo en Puebla, Guillermo Pacheco Pulido, también fue objeto de la ira de los ‘amlovers’, que al escuchar su nombre para dar un mensaje de bienvenida se lanzaron en su contra.

En medio de abucheos y silbidos de las personas en el público, el gobernador poblano agradeció la visita a Puebla de López Obrador, misma que será la última que realice a la entidad poblana, al menos hasta que concluya el proceso electoral en curso.

Aunque fue abucheado por los fanáticos de López Obrador, el presidente reconoció la llegada de Pacheco Pulido al frente de la administración estatal, calificándolo como un hombre que tomó la gubernatura para reconciliar y estabilizar la entidad tras el encono generado por la elección del 2018.

AMLO pone orden y le jala las orejas a los oportunistas electorales: no usen mi nombre

Además, de manera velada y sin mencionar directamente a Alejandro Armenta Mier, aspirante a la candidatura de Morena al gobierno de Puebla, López Obrador exigió que su nombre no sea utilizado con la finalidad de sacar ventaja en el proceso electoral en curso en la entidad.

Asimismo, el presidente del país advirtió que todo aquel que incurra en prácticas antidemocráticas, como la compra de votos, desvío de recursos o cualquier acción que conduzca a la comisión de un fraude electoral, será castigado con cárcel, toda vez que haya sido aprobada la reforma a la Constitución Política de México en el que este delito se sanciona con prisión preventiva sin derecho a fianza.

Además, aseguró que con la elección de este año en Puebla por la gubernatura en el marco del inicio de la Cuarta Transformación, para la entidad se presenta una oportunidad para redignificar a la democracia.

Ni muertos la libran: amlovers abuchean a Martha Erika y a Moreno Valle

Con el ánimo a tope y tras haber asegurado que la elección de este año es una oportunidad para que los poblanos vivan de nueva cuenta en democracia, López Obrador se limitó a lamentar la muerte de Martha Erika Alonso Hidalgo y de Rafael Moreno Valle.

Esto generó que entre los seguidores de López Obrador una vez más surgieran gritos, abucheos y chiflidos en contra de los panistas poblanos que murieron el pasado 24 de diciembre, luego de que la aeronave en la que viajaban se desplomara en el municipio de Coronango.

Pese a los abucheos, Andrés Manuel López Obrador continuó su discurso en el que condenó las prácticas que llevan a la comisión de un fraude electoral.

Finalmente, López Obrador se despidió de los poblanos, asegurando que no será hasta que concluya el proceso electoral en curso cuando retorne a la entidad poblana para continuar con la entrega de apoyos.

A su salida, custodiado por los integrantes de la Ayudantía y del Estado Mayor Presidencial, López Obrador se despidió de los asistentes que, limitados por las vallas de seguridad, trataban de tener cualquier tipo de contacto y acercamiento con el titular del Ejecutivo federal.