A 22 días del ‘helicopterazo’ en el que perdieron la vida la gobernadora Martha Erika Alonso, el senador Rafael Moreno Valle, dos copilotos y el asistente del legislador, aún no se cuenta con un dictamen técnico por parte de los especialistas que investigan las causas del desplome de la aeronave tipo Agusta Westland 109S, tampoco una hipótesis inicial de lo que pudo ocurrir ese 24 de diciembre.

Desde el pasado 3 de enero el presidente Andrés Manuel López Obrador prometió avances en las investigaciones, sin embargo, éstas se han estancado, pues desde dicha rueda de prensa no se ha comentado ningún otro nuevo descubrimiento que compruebe si se trató de un accidente, de acuerdo con la versión oficial, o de algún atentado; de acuerdo con las autoridades aún se mantienen abiertas todas las líneas de investigación.

Mientras tanto, la empresa Servicios Aéreos del Altiplano SA de CV, comercialmente conocida como SAASA, continúa desaparecida, y más teorías surgen como el verdadero punto de partida de la aeronave matrícula XA-BON o la sospechosa pieza aún no encontrada causante de golpear el rotor y desatar ‘el infierno’.

Causas del desplome de la aeronave Agusta son un misterio

De acuerdo con los datos oficiales, el pasado 24 de diciembre la aeronave Agusta Westland 109S matrícula XA-BON partió a las 14:30 horas del helipuerto del Edificio Ejecutivo de Las Animas con dirección a la Ciudad de México, pero 10 minutos después se perdió todo tipo de contacto y se desplomó desde más de 10 mil pies de altura, en un día con perfectas condiciones para la aeronavegación, sobre terrenos de cultivo del municipio de Santa María Coronango.

En la nave, la cual se hallaba incendiada desde el aire hasta que se precipitó y cayó con las hélices ‘boca abajo’, viajaban cinco personas cuyos cuerpos quedaron calcinados: la gobernadora Martha Erika Alonso; el senador y ex gobernador Rafael Moreno Valle; los pilotos Roberto Coppe y Marco Tavera; y el asistente del senador, Héctor Baltazar.

A poco más de tres semanas del hecho, aun no existe una verdad absoluta, pues en 11 días el gobierno federal ha guardado mutis después de que sólo el subsecretario de Transportes, Carlos Alfonso Morán Moguel, se limitó a anunciar que los motores serían trasladados a los laboratorios del Consejo de Seguridad en el Transporte de Canadá (TSB, por siglas en inglés) para ser analizados en laboratorios de tecnología de punta.

Además en un hangar del Aeropuerto Internacional de Puebla se realiza la reconstrucción del helicóptero bajo resguardo de la Fiscalía General del Estado (FGE), se prometió que en los días subsecuentes a la rueda de prensa se revelaría material fotográfico de las investigaciones, lo cual no ha ocurrido.

SAASA continúa desaparecida

Asimismo, la empresa Servicios Aéreos del Altiplano SA de CV (SAASA, por su nombre comercial), propiedad de los hermanos José Antonio y Rafael Torre Mendoza, ha desaparecido, bastaron sólo 24 horas para eliminar los números de contactos y su portal web.

A los empresarios, ligados al morenovallismo, no se les ha visto tras el desplome de uno de sus taxis aéreos, pues aunque contaban con los requerimientos de ley, aún se rehúsan a dar una explicación o dar su versión acerca de los hechos; pues existen teorías que apuntan que la empresa permitía el descenso de las aeronaves en zonas residenciales sin contar con los permisos necesarios, por lo que usaban de fachada el helipuerto ubicado en la zona de Las Animas, situación que generaría problemas legales a la empresa respecto del pago de algún tipo de seguro en caso de accidente.