Ni en el Partido Verde están cayendo tantas tormentas, truenos y centellas como ocurre con los priistas. Y mire que también le fue mal al rebaño de Juan Carlos Natale. ¿Por qué no se serenan? ¿Por qué no empiezan a reconstruir lo que quedó tan destruido después del bombazo nuclear que les dejó caer el gobernador Rafael Moreno Valle y sus partidos aliancistas el 7 de julio?
Los japoneses y alemanes son ejemplo de reconstrucción. La Segunda Guerra Mundial los dejó en ruinas, devastados y con esfuerzo colectivo, mentalidad y disciplina, volvieron a ponerse de pie, tanto así que hoy son potencia global. Eso mismo tendría que hacer el PRI poblano, sacar la pala, quitar escombro y volver a pegar ladrillos.
Pero en vez de eso, Pablo Fernández del Campo señala con dedo inquisidor a los presuntos traidores. Insinúa que Javier López Zavala, Enrique Doger y Los Morales vendieron su alma al diablo. Y les declara la guerra. ¿Se puede reconstruir a un partido partiendo de los chingadazos? ¿Se puede matar o morir y pegar ladrillos? Imposible.
No sé a ustedes pero a mí Pablo Fernández del Campo me parece un sujeto inteligente. Sin embargo debe cambiar de estrategia y de actitud si quiere permanecer hasta el 2014 al frente del PRI, como dicen las columnas periodísticas. Lo ideal sería iniciar la reconstrucción tricolor, a la voz de ya, y que dicha tarea le tocara a él pero si observamos su ímpetu broncudo e iracundo no será posible.
Los demás partidos son felices porque ganaron sí; sin embargo para ganar debieron aprender varias cosas, entre ellas a actuar más con la cabeza que con ideologías radicales, allí está El Yunque y el PRD, aprendieron a no ser pasionales ni testarudos sino inteligentes, allí están el PT y Movimiento Ciudadano, y a no echar madrazos con las sombras y a lo tonto, allí está José Juan Espinosa y Rafael Micalco. Se pusieron abusados y siguieron una ruta que los condujo a la gloria.
Contrario a lo que piensan algunos respecto al Dios Cronos, el tiempo que se pierde para decidirse a pegar ladrillos es tiempo perdido. Y le diré por qué, nunca será lo mismo comenzar a levantar paredes desde 2013 que levantarlas hasta 2014. No sé si ya lo dimensionaron los priistas, pero lo que les cayó el 7 de julio fue una bomba nuclear que los dejó desolados, con cientos de víctimas políticas, en ruinas, desmoralizados, devastados y con mucho quehacer por delante para volver a ser la potencia que fueron. Y si quieren tomar como ejemplo a los alemanes y japoneses, necesitan años, esfuerzo, sacrificio y serenidad.