Saturday, 20 de April de 2024


Agüera daría equilibrio al poder en Puebla




Written by 

Para fines democráticos y de equilibrio de poderes a Puebla le viene mejor Enrique Agüera que José Antonio Gali. Lo complicado del asunto es que los electores lo entiendan y, en el momento preciso, hagan efectiva esa conveniencia estando frente a las urnas. Aclaro, se trata sólo de una proposición crítica, de un pensamiento individualista, no de buenos deseos y esperanzas.

Lo he dicho antes y lo reitero por enésima vez, me parece que Agüera es un tipo de poco fiar. Simulador. Faraónico incluso. Enrique Doger y Mario Marín podrían narrar cualquier cantidad de historias suyas asociadas a la lealtad  y a la palabra. Le conocen mejor que a la palma de sus manos; saben de qué lado masca y de qué pie cojea; experimentaron en carne propia sus defectos y virtudes.

 

 

Sin embargo una cosa es la persona y otra muy distinta lo que representan. Gali personifica al morenovallismo, a esa porción de monarquía absoluta, intolerante y sorda que nos tocó sufrir los últimos dos años; prepotente, arbitraria, insensible; Agüera en cambio, si bien no es una blanca paloma, oferta algo diferente por ser un emisario del gobierno de la república.

 

 

Desconozco las urgencias de otros estados del país pero a Puebla le urge un auténtico equilibrio de poderes y de instituciones. Le urge que los poderes Legislativo y Judicial sean autónomos; le urge que el Instituto Estatal Electoral (IEE) tenga criterio propio, pensamiento, voluntad e imparcialidad absoluta; le urge que los órganos de auditoria y de transparencia no sean ni cómplices ni empleados del Ejecutivo. Como es el caso.

 

 

Es verdad que si Agüera ganara no cambiaría de la noche a la mañana el grueso de esas urgencias, es verdad que existen asuntos que escaparían a su competencia siendo alcalde, pero estoy seguro que serviría en gran media para contener muchas de las arbitrariedades que en el nombre marketiniano de la transformación se pretenden seguir cometiendo particularmente en esta ciudad.

 

 

Cierto que lo apremiante se podría lograr sólo con un Poder Legislativo opositor al actual gobierno morenovallista, sin embargo dejaremos para otra entrega el parlamentarismo por el hecho de que hoy nos ocupan los casos de Gali y Agüera. Si son observadores notarán que en las planillas que registraron los dos candidatos, sus ofertas de gobierno municipal son muy similares: ofrecen poco, ninguna fue mejor que la otra; son planillas netamente políticas, de cuota y ocurrencia, de presión y representación de hordas, y que en nada representan a la sociedad, no son de administración y gobernanza.

 

 

Cavilar cuál de los dos candidatos, Gali o Agüera, es el mejor, o comparar qué planilla tiene la mejor oferta, para ser sinceros, es perder el tiempo, buscar ríos en el desierto, honestidad en el político. Mejor entandamos que la capital del estado en poder del morenovallismo pondría a la sociedad poblana a merced absoluta del absolutismo estatal y que la ciudad de Puebla custodiada por el gobierno federal cuando menos alimentaría el sueño de poder ver una luz de esperanza y tolerancia al final del túnel.

 

 

Rate this item
(11 votes)
comments powered by Disqus