Thursday, 25 de April de 2024


Echaron a andar el ventilador de mierda




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La guerra sucia, pues, luce inevitable. Sorprende que arranque tan temprano, pero también es indicador de la preocupación que genera la presencia del rector de la BUAP en las papeletas del 7 de julio. El lanzamiento del lodo es, ante todo, una declaración de fortaleza  

 

La política es una ciencia extraña porque entraña la posibilidad de escoger a tu enemigo. El morenovallismo no termina de decidirse a quién prefiere enfrentar en Puebla capital. En otras palabras, a quién considera el rival más débil de los tres aspirantes con posibilidades reales. ¿Al novato Pepe Chedraui? ¿Al popular Enrique Agüera o al correoso Enrique Doger? Habrá quien piense que se trata de una idea absurda porque el gobernador Moreno Valle no tendrá la más mínima posibilidad de influir en la candidatura del PRI a la alcaldía. Pero en el fondo no lo es tanto: el espacio de incertidumbre de las designaciones durará todo el mes de febrero, y con suerte quizá la primera semana de marzo. Una ofensiva correcta podría descarrilar al más fuerte aspirante antes incluso de su nombramiento. Darle incentivos al CEN tricolor, o incluso al mismo afectado, para pensarse dos veces su postulación. ¿Pero pegarle a quién?

 

 

Siguiendo un pensamiento lineal, los obuses se han dirigido a la línea de flotación de a quien las encuestas señalan como el rival más fuerte, o sea a Enrique Agüera. Desde ayer comenzó a circular un video en YouTube en su contra que no tiene más objetivo que recordar episodios del pasado y vinculación con Mario Marín. El ataque puede venir de dentro del PRI, el clásico fuego amigo, o fuera de él. En ambos casos, el mensaje siciliano es invitar a la cúpula del tricolor a reconsiderar el aval hacia el rector de la BUAP, o a él mismo a retirarse de la puja pero no adentrarse al callejón de los madrazos.

 

 

Quienes conocen a Enrique Agüera saben que hace falta más que un video para asustarlo, pero ni siquiera eso es relevante para el análisis. Lo auténticamente importante es que el ventilador de mierda ya se echó a andar. Hoy salpica poco porque se trata únicamente de YouTube, pero el impacto crecerá conforme sea más grande el ventilador. Y vaya que ambos bandos, el PRI y el morenovallismo, tienen potentes ventiladores en los medios de comunicación. Así que es hora de prepararse a un baño de estiércol tan o más grande que el de 2010. Preparados para colisión.

 

 

La guerra sucia, pues, luce inevitable. Sorprende que arranque tan temprano, pero también es indicador de la preocupación que genera la presencia del rector de la BUAP en las papeletas del 7 de julio. El lanzamiento del lodo es, ante todo, una declaración de fortaleza. ¿Pero qué ocurriría si en verdad Agüera se echara para atrás? ¿Quién sería el beneficiario? ¿Pepe Chedraui o Enrique Doger?

 

 

Seguramente el morenovallismo desea enfrentar a Pepe Chedraui, a quien consideran el rival más débil por inexperto y novato. Suponen, creen, que será más fácil de derrotar porque sus nervios serán puestos a prueba. No les falta razón. Pero puede salirles el tiro por la culata. A final de cuentas Chedraui tiene una gran virtud: es un auténtico desconocido. En términos de marketing político, su pizarrón está en blanco y puede ser llenado de atributos positivos. Tiene un perfil parecido a Blanca Alcalá en 2007, cuando nadie daba un duro por ella. Arrancó perdiendo por 20 puntos y terminó ganando por 20.

 

 

¿Cuál es la virtud de los perfiles como el de Pepe Chedraui o Blanca Alcalá? La facilidad que tienen para penetrar en el electorado switcher, los sin partido. Y de eso, precisamente, se trata esta elección. Como explica hoy el investigador José Zenteno en su columna, de los probables 500 mil votantes que sufragarán en Puebla capital, la mitad de ellos son duros y la otra mitad volátiles. ¿Quién será capaz de conquistar a esos votantes que lo mismo han sido seducidos por Blanca Alcalá, Eduardo Rivera o López Obrador?

 

 

Así como la moneda puede caer del lado de Pepe Chedraui, también puede caer del lado de Enrique Doger Guerrero, quien a su vez tiene dos oportunidades. Una, en su largo trayecto por la clase política poblana le han dicho de todo: varguitas, mujeriego y un largo etcétera. Y pese a ello, además de ganar la alcaldía en 2004, fue diputado plurinominal en 2010 y fue el único priista que salió airoso de Puebla capital en 2012. Su votación es estable y ronda el 32 por ciento, un 7 más de lo que puede ofrecer el voto duro del tricolor.

 

 

Doger, a diferencia de Pepe Chedraui, es un comprobado fajador, capaz de articular discurso y golpear con contundencia. Y del otro lado, si se diera este escenario, estaría un novato que con gran capacidad administrativa, será candidato por primera vez. Doger es un sobreviviente del marinismo, con el que no puede ser ligado en una guerra sucia.

 

 

Así que cualquiera que haya encendido el ventilador de mierda para amedrentar a Enrique Agüera, valdría la pena que lo pensara dos veces. En el fútbol y la política 60 segundos pueden ser una eternidad. ¿Vale la pena adelantar vísperas? El baño de estiércol de todos modos llegará.

 

 

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