La dirigencia estatal del PRI y el equipo de campaña de Alberto Jiménez Merino se deslindaron de Mario Marín Torres ante la orden de aprehensión en su contra por los delitos cometidos en contra de Lydia Cacho, sin embargo, evitaron pronunciarse a favor de la expulsión del ex mandatario poblano de las filas del partido o incluso prohibirle asistir a los eventos de campaña de su candidato a la gubernatura.

En rueda de prensa el dirigente estatal de este instituto político, Lorenzo Rivera Sosa, negó que el partido tricolor vaya a iniciar un procedimiento en contra del ex gobernador poblano justificándose con que “no es momento”, ya que actualmente el instituto que encabeza enfrenta un proceso electoral en el que busca la unidad y la reconciliación con sus militantes y la ciudadanía.

“Hay reglas, estatutos y momentos. Vivimos un momento de unidad de reconciliación, de buen encuentro entre todos los actores”, argumentó.

Cuestionado respecto a si Mario Marín continuará acudiendo a los eventos de campaña de Alberto Jiménez Merino, aseguró que el ex gobernador está en la libertad de acudir, pues el partido cuenta con una ‘política de puertas abiertas’.

No obstante, el presidente del Comité Directivo Estatal tricolor aseguró que el partido no respaldará a Marín Torres al deslindar al PRI del ex gobernador emanado de sus filas, indicando que cada persona debe ser responsable de sus actos y afirmando que actualmente este instituto político está trabajando en el proyecto de su abanderado a la gubernatura de Puebla.

“Nos deslindamos de todos los actos, de todos los actores de nuestro partido. Cada persona es responsable de sus actos y nosotros lo que hoy estamos construyendo es la unidad y un gran proyecto para Puebla”, comentó Lorenzo Rivera.

Fue el pasado 11 de abril cuando la magistrada María Elena Suárez Préstamo, del Primer Tribunal Unitario del Vigésimo Séptimo Circuito en Quintana Roo, giró una orden de aprehensión en contra de Mario Marín Torres, Kamel Nacif Borge y Adolfo Karam Beltrán responsables de la tortura de Lydia Cacho en 2005.

Vocero de Marín le da la espalda y sepulta a su ex jefe

Por su parte, Valentín Meneses Rojas, vocero en el sexenio de Mario Marín Torres, ‘sepultó’ a su ex jefe y evitó dar una postura acerca de la orden de aprehensión en contra del ex mandatario por los delitos cometidos en contra de la periodista Lydia Cacho en 2005, además, argumentó que está concentrado en su labor como parte del equipo del candidato tricolor a la gubernatura, Alberto Jiménez Merino.

El actual coordinador de la campaña del candidato del PRI a la gubernatura aseguró que la orden de captura en contra de Mario Marín girada por una magistrada de un juzgado en el estado de Quintana Roo es un hecho de particulares que tienen que resolver las ‘personas involucradas’.

Asimismo, el ex funcionario marinista creador de la célebre frase “es mi voz, pero no es mi voz” en medio de la crisis Marín-Cacho para justificar a su jefe, comentó que tanto al equipo de campaña de Jiménez Merino, como al partido tricolor, ‘les tiene sin cuidado’ los asuntos que deben dirimirse en los tribunales por las autoridades encargadas de la impartición de justicia.

“Es un asunto que debe dirimirse por las autoridades, nosotros seguiremos trabajando en la campaña, a nosotros nos tiene sin cuidado eso porque son hechos propios que tienen que resolver las personas involucradas en eso y no tiene nada que ver con nuestro partido. Es un hecho de tribunales y nosotros estamos inmersos en hacer política”, dijo.