El priista Alberto Jiménez Merino es el único candidato de los tres aspirantes a la gubernatura de Puebla que no ha publicado ni tiene la intención de transparentar sus recursos a través de su 3de3, pese a que dice ser el abanderado de la honestidad.

De acuerdo con la plataforma impulsada por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) y Transparencia Mexicana (TM), el candidato tricolor no ha querido hacer públicas sus declaraciones fiscal, patrimonial y de intereses.

La Ley General de Responsabilidades Administrativas, mejor conocida como #3de3, fue aprobada en 2016 y obliga a todos los funcionarios públicos de primer nivel a presentar los documentos que avalen cuántas propiedades tienen, sueldo como funcionario público, si cuentan con alguna empresa, sus vínculos comerciales, su gasto mes a mes, así como el pago de impuestos; sin embargo, no es obligatoria en las personas que aspiran a ejercer un cargo público.

Hasta este momento, Enrique Cárdenas Sánchez, abanderado de Acción Nacional, Revolución Democrática y Movimiento Ciudadano, y Luis Miguel Barbosa, de Morena, han sido los únicos que han transparentado sus bienes a través de la plataforma del IMCO, dejando a Jiménez Merino como el único opaco en estas elecciones extraordinarias.

A inicios de abril, el abanderado por el PRI a Casa Puebla señaló que dentro del primer mes de campaña presentaría su información contable ante la plataforma ciudadana; no obstante, 20 días después se desdijo al señalar que sólo la presentaría en caso de ser el ganador de las elecciones el próximo 2 de julio, faltando a su palabra a pesar de ungirse como el candidato de la ‘transparencia y la honestidad’.

De acuerdo con su última declaración fiscal, antes de su renuncia como titular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Alberto Jiménez Merino declaró tener un patrimonio de 2.2 millones de pesos, consistente en una casa, una camioneta y dos cuentas bancarias, siendo el más ‘pobre’ de los tres aspirantes que contienden por el gobierno de Puebla.