Pablo Larios Iwasaki, uno de los porteros más admirados del país, nacido en Zacatepec, Morelos, un 31 de julio de 1960; contaba con un estilo único a la época, pues era muy arriesgado para salir con el balón controlado.
Pablo Larios empezó su carrera deportiva en 1980, con el Zacatepec, donde se hizo figura y lo llevo a la selección mexicana en 1983.
Con selección disputaría el mundial de 1986, siendo parte del equipo que registrara la mejor participación en la historia de los mundiales al llegar a los cuartos de final y volviéndose referente tricolor hasta 1991.
Posteriormente, dio un salto a Cruz Azul donde logro dos subcampeonatos en la temporada 86-87 y 88-89.
En 1990, pedido por el hoy directivo de Lobos, Manuel Lapuente, llegaría al Club de la Angelópolis, donde iba a alcanzar la gloria, pues en 1990 alzaría el torneo de Liga en 1990, un año más tarde también ganaría la Copa, además de un subcampeonato en 1992.
Enamorado de la franja y su afición, Larios, encontraba en Puebla, tanto ciudad como club, su segunda casa.
Tuvo que dejar el club camotero para ir a Toros Neza donde conseguiría otro subcampeonato y mismo en el que anunciaba su retiro en 1998.
Una lesión le impediría llegar al viejo continente, pues como él mismo lo relata, el Napoli se habría interesado en adquirir sus servicios, sin embargo una lesión de rodilla, le frustró el sueño de jugar en Europa.
Hace 31 años aproximadamente hubo un interés por su servidor en Napoli, hoy se hace realidad, un portero Mexicano viste de Azul ... Felicidades Memo!! La consagración de tu carrera! @yosoy8a
— Pablo Larios Iwasaki (@iwasaki_pablo) 6 de agosto de 2018
La vida después del futbol.
Una vez terminada su carrera como deportista, Larios Iwasaki, decidió quedarse a vivir en puebla, donde se dedicaba a la fabricación de uniformes de guardias de seguridad.
Sin embargo las desgracias, harían que en años posteriores el ex guardameta de la selección viviera un calvario.
En 2008, Pablo, seria notificado de la muerte de su hijo, al tratar de cruzar a Estados Unidos ilegalmente, aunado a la muerte repentina de sus padres y hermana, además del secuestro a una de sus hijas.
Larios caería en el mundo de las drogas, principalmente la cocaína, misma que lo haría perder lo conseguido gracias al futbol y la cual lo contagiaría de un virus, el cual le desfiguraría el rostro y lo llevo a más de 20 cirugías, para tratar de salvar sin éxito su tabique nasal.
También incursionó en el mundo de la política pues buscó ser presidente municipal de Zacatepec por el Movimiento Ciudadano, pero no obtuvo el éxito esperado.
Amigos este viernes será mi registro para ser precandidato a la presidencia del pueblo que me vio nacer, Zacatepec por el partido Movimiento Ciudadano, juntos lograremos el cambio que queremos ver en nuestro municipio. pic.twitter.com/6P4bpOcP9W
— Pablo Larios Iwasaki (@iwasaki_pablo) 2 de enero de 2018
Staff/ Diario Cambio
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