El futbol mexicano perdió una de sus grandes leyendas: Pablo Larios Iwasaki. El arco y las canchas ya no observarán más sus espectaculares atajadas que lo llevaron a la selección mexicana y al famoso quinto partido dentro de un Mundial y llamarlo ‘el portero de las grandes atajadas’. El último ídolo del Club Puebla vivió sus últimos años rodeado del escándalo, pues su adicción a la cocaína ocasionó que se le desfigurara la cara, al inhalar también cemento. Sus adicciones lo llevaron a la bancarrota, a tal grado que su funeral fue un ‘regalo’ por parte de la funeraria Camino al Cielo.
Larios fue también fue maestro de un gran portero del futbol mexicano, Jorge Campos, quien dijo “fui la obra maestra de Larios”, pues el ex arquero camotero no tenía miedo de arriesgarse a jugar con el balón más allá del arco, enseñanza que le dejó a ‘El Brody’.
A Larios lo dirigieron técnicos grandes del futbol mexicano, como Bora Milutinovic en el Mundial de 1986, Manuel Lapuente en el Club Puebla (1990) y Enrique ‘Ojitos’ Meza en Toros Neza (1997).
El arquero obtuvo títulos, subcampeonatos con el Club Puebla y Cruz Azul. Además participó con la selección mexicana, también llegó a la política, pues fue candidato de Movimiento Ciudadano a la presidencia municipal de Zacatepec en 2018.
Larios vivió una vida de exceso y las drogas fueron su mejor compañía; la cocaína le hizo estragos, a tal grado que le desfiguró la cara, pues uno de sus límites fue inhalar cemento después de la muerte de sus papás e hijo.
El ex mítico guardameta del Club Puebla y de la Selección Mexicana, Pablo Larios Iwasaki, falleció este 31 de Enero a los 58 años de edad tras sufrir un paro respiratorio.
Larios destacó en el mundo futbolístico por su espectacular estilo para atajar, mismo que lo llevó a ser multicampeón del fútbol mexicano y a disputar un mundial en 1986, por lo que su legado para el mundo del fútbol trascendió, ya que es considerado por muchos como ‘el mejor arquero mexicano de todos los tiempos’.
Pablo Larios Iwasaki fue un ex futbolista que se desempeñó en la posición de portero durante 18 años de carrera profesional. En las temporadas 86-87 y 88-89 el ex portero jugó con Cruz Azul y se volvió parte fundamental del equipo celeste, que alcanzó dos finales casi consecutivas de Liga, las cuales perdió.
Acudió al Mundial de 1986; fue pieza indiscutible de Bora Milutinovic y es el único portero de México que ha llegado al famoso quinto partido, ya que la selección siempre se queda en la segunda fase del mundial.
El portero llegó al cuadro de La Franja para la temporada 89-90 a petición del estratega camotero, Manuel Lapuente. Larios cumplió desde el inicio con la etiqueta del refuerzo, ayudando con sus grandes actuaciones a que el equipo enfranjado alcanzara la final de Liga, la cual le ganó a los Leones Negros de la UdeG por marcador global de seis a cuatro; con esto Larios alzó su primer título como profesional.
No obstante, en la misma temporada el conjunto poblano logró meterse hasta la final de la Copa México y en esa instancia enfrentó y venció a los Tigres de la UANL por marcador global de cuatro goles a tres.
Larios ganó el único título internacional que ostenta la institución poblana al ganar la Concacaf, la Liga Campeones en el año de 1991, derrotando al Police United y un año después disputó una final más en la temporada 91-92, la cual perdió con los esmeraldas de León.
Años después en los últimos momentos de su carrera, Larios fichó por los Toros Neza, aquel equipo que enamoró a los aficionados, el cual era dirigido por Enrique ‘Ojitos’ Meza y tenía figuras de la talla de Antonio Mohamed, Rodrigo ‘Pony’ Ruiz y Miguel Herrera, entre otros.
Las pérdidas de Larios que lo llevaron al abismo
Luego de retirarse del futbol profesional, el ex guardameta camotero se dedicó a la fabricación de uniformes para guardias de seguridad y optó por vivir en la capital poblana. Sin embargo, sufrió la pérdida de sus seres queridos como su padre, su hermana y su hijo, siendo este último un joven de 19 años que murió cuando intentó cruzar la frontera hacia Estados Unidos, nadando a través del Río Bravo, con el objetivo de visitar a su novia; esta pérdida marcó el rumbo de la vida de Larios, quien años después caería en el mundo de las drogas.
Caída en las drogas
Una vez retirado, el ex guardameta comenzó a consumir durante cuatro años sustancias nocivas para el cuerpo, específicamente la cocaína, según lo que él mismo relató en una entrevista con Univisión, lo cual le destrozó el tabique nasal y le desfiguró el rostro gracias a una infección que le dio a raíz del consumo de esta droga; Larios fue intervenido quirúrgicamente en más de 20 ocasiones.
Larios Iwasaki perdió la vida este 31 de enero en el Hospital General del Norte del Estado de Puebla tras sufrir un segundo paro respiratorio, que fue provocado por una parálisis intestinal. El ex portero fue velado en la funeraria Camino al Cielo y será trasladado a Zacatepec, Morelos, donde visitará por última vez el estadio ‘Coruco Díaz’, donde nació su leyenda.
Leo Monterd
@LeoMonterd10