Juan Carlos Hernández y Patricia Martínez fueron aprehendidos cuando transportaban los restos de una mujer en una carriola y pensaban tirarlos en un basurero en octubre de 2018.

Hernández confesó a los peritos que había matado a muchas personas sin razón aparente, simplemente sabía que debía matarlas porque “le dolía la cabeza”.

Incluso mencionó que necesitaba beber sangre humana cada tres meses, por lo que su pareja, Patricia Martínez, le recomendó cortarse los dedos y beber su propia sangre, pues era lo único que podía calmarlo.

Juan Carlos fue militar por tres años y era conocido como “El terror verde” por el sadismo que presentaba en los operativos de los que colaboraba.

Intentó matar a Patricia, pero ella “le gustó” y decidió no hacerlo e involucrarla en sus crímenes, quedando satisfecho al ver que ella también lo disfrutaba.

Patricia declaró en múltiples ocasiones que “ya no merecían vivir” pues eran traidoras y promiscuas o a madres solteras porque tenían que trabajar y descuidaban a sus hijos.

Martínez señala que fueron detenidos por castigo de La Santa Muerte, pues se dirigían a ofrendarle el corazón de una de sus víctimas, pero el perro se lo comió.

Los Monstruos de Ecatepec se encuentran una vez a la semana en su visita conyugal en el penal de Chiconcutla.