No sabemos si referirnos a la ‘deshumanización’ de la sociedad o mejor dicho a su ‘animalización’. Una tendencia social que prefiere ver por las mascotas antes que por las personas.

 

Esta es otra forma de expresión del egoísmo y la soledad que privan en las sociedades actuales.

 

El primer antecedente lo vimos hace años en Wall Street aquella gran cinta de Oliver Stone que se estrenó en 1987. En una escena aparecen Gordon Gekko (Michael Douglas) quien le dice a Bud Fox (Charlie Sheen): “Me costó un millón de dólares estar en el patronato del zoológico de Nueva York, pero ya estoy, las personas aman a los animales y odian a la gente”.

 

Hace un par de años en Facebook leí un comentario: “A los perros no les importa si eres rico o pobre; guapo o feo; heterosexual u homosexual; priista o panista; tampoco les importa si le vas al América o a las Chivas; lo único que te piden es que los alimentes… es mejor querer a un perro que a una persona”.

 

Es evidente que para ese hombre las relaciones e interacciones humanas son un verdadero problema, una situación que le provoca ansiedad, estrés o frustración. Porque un perro nunca le va a reprochar una actitud y mucho menos a cuestionarlo. 

 

Estas reflexiones vienen a cuentas porque la semana pasada vimos las imágenes de un refrigerador lleno de bolsas con perros muertos.  Surgió un nuevo personaje en los medios llamada ‘La mataperros’.

 

La realidad es que un gran porcentaje de la sociedad poblana e incluso nacional está escandalizada y horrorizada por el maltrato a los animales que estaban en cautiverio y los que fueron sacrificados para venderlos como carne enchilada.

 

Pero hasta el momento no hemos visto que algún grupo social manifieste la extrema urgencia de proteger a los dos hijos de la mujer aludida. Al cierre de esta columna los dos vástagos, uno de 8 y el otro de 17 años de edad, están bajo protección del SEDIF.

 

Sin duda esos menores necesitan urgente ayuda profesional y además alejarlos lo más posible de su madre, una persona con una clara patología enfermiza.

 

El caso de los canes y gatos sacrificados es lamentable, pero nunca se comparará a la necesidad de rescatar a dos pequeños humanos que con la debida terapia y el apoyo pueden salir del ambiente en el que fueron criados.

 

Ojalá la presidenta del DIF estatal, la abogada María del Rosario Orozco de Barbosa, pueda diseñar un programa para el rescate de esos dos menores, a los que la sociedad poblana está olvidando.

 

Dulcería poblana

 

 

Caso Vélez Macuil: el estilo personal de gobernar o las pequeñas grandes diferencias

 

La semana pasada publicamos una entrega sobre el entrañable amigo Mauro González Rivera y tocamos el punto de la guerra sucia que padeció como director de Comunicación Social. En 1999 el morenovallismo estaba asentado en la Secretaría de Finanzas y desde ahí volcó recursos y plumas en contra de Mauro. Al final el periodista decidió retirarse del cargo.

 

En horas recientes Diario CAMBIO publicó datos sobre una intentona similar encabezada por Pedro Gómez Castillo, director de Puebla Comunicaciones, para destituir a Verónica Vélez Macuil. Sólo que la respuesta del gobernador fue enviar a la Policía Estatal y la unidad de Inteligencia Cibernética a tomar el inmueble e iniciar indagatorias para procesar al señalado.

 

En 1999 González Rivera no tuvo el apoyo suficiente por parte de Melquiades Morales. De ninguna manera fue defendido como Barbosa Huerta lo hace con Vélez Macuil.

 

Y por supuesto el mandatario envía una señal muy clara: las traiciones serán severamente castigadas. Son las pequeñas grandes diferencias en el estilo personal de gobernar.

Bestial feminicidio de Yanin enciende a la sociedad tehuacanera

 

La noche del viernes 20 de septiembre Yanin Huerta Ramírez, mujer de 28 años de edad, salió de una plática con amistades en la zona de Infonavit El Riego, unidad habitacional ubicada en el municipio de Tehuacán. Eran poco después de las 10 de la noche cuando la joven fitness, una apasionada del gimnasio, llamó a su casa y dijo que tomaría un taxi.

 

Yanin estaba a tan sólo siete minutos de su hogar, pero nunca llegó.

 

La mañana del domingo 22 su cuerpo fue encontrado a 40 kilómetros de distancia, en un paraje de Cañada Morelos. Fue ultrajada, torturada, asfixiada, le dieron un disparo y su cuerpo fue envuelto en una cobija.

 

El crimen, el bestial feminicidio ‘encendió’ a la sociedad tehuacanera. La violencia en ese municipio está en el nivel más alto de la historia. Ésta la gota que derramó el vaso. La destitución del edil Felipe Patjane es un clamor, una exigencia generalizada.

 

Simplemente es insostenible.

 

Como siempre, quedo a sus órdenes en Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.