Para todo asesor, estadista o apasionado de la política es conocido que "quién no suma, resta" palabras mencionadas una y otra vez en el folklore político-electoral.

El mejor ejemplo de este mantra político se hizo notar el sábado 27 de abril durante la visita del candidato de la coalición Morena-PT-PVEM, Luis Miguel Barbosa Huerta, a San Martín Texmelucan. Durante dicho evento los asistentes se desbordaron de aplausos hacia el candidato morenista, la diputada local Bárbara Morán y la diputada federal y dirigente estatal del PT, Lizbeth Sánchez García, sin embargo, los ánimos cambiaron cuando se mencionó el nombre "inmencionable" Norma Layón Aarún, la alcaldesa provocó un abucheo masivo, que inmediatamente trató de ser censurado por la que llaman su porra pagada.

Se trata de trabajadores del H. Ayuntamiento que acompañan a la edil en los eventos a los que asiste, con la función de opacar los abucheos con porras y gritos en favor de la presidenta municipal.

Aún con los esfuerzos de la ‘porra municipal’ en múltiples videos subidos a las redes sociales por asistentes y medios de comunicación locales se pueden escuchar los abucheos hacia la representante de la fallida administración municipal texmeluquense.

Al parecer a quienes asesoran al candidato Barbosa poco les importó el efecto negativo que una fotografía de Layón alzándole la mano pudiera causar y que al final provocó cientos de opiniones en redes sociales repudiando con comentarios como "Barbosa sí, Norma no" o "No hay resultados, todo es baile y glamour".

Justo en este espacio advertíamos de lo negativo que podría resultar para el candidato del partido obradorista respaldar una de las administraciones más criticadas del estado poblano y una de las peores evaluadas en seguridad y que además suena como la favorita para estrenar una revocación de mandato cada vez más cercana.

La pregunta surge entre los nueve de cada 10 ciudadanos que reprueban la actual administración.

En caso de ganar ¿Barbosa tolerará malos manejos en Texmelucan? O será que solamente es el fulgor de campaña el que lo mantuvo cercano a la edil.

Hagan sus conjeturas...