La participación ciudadana de esta elección ha sido la más baja de la historia del estado, sólo poco más del 30 por ciento de los poblanos salió a ejercer su derecho al sufragio, esto debido por una parte al carácter de "extraordinaria" de la elección, pero también gracias al desgaste provocado por un largo proceso.
La campaña a la gubernatura del 2018 que dio como resultado el triunfo de Martha Erika Alonso se alargó tanto gracias a la impugnación presentada por el hoy gobernador que terminó por desgastar a los ciudadanos; tiempo después debido al lamentable fallecimiento de la ex gobernadora se dio inicio al proceso electoral extraordinario y con esto a una guerra interna entre el senador Alejandro Armenta Mier y el hoy gobernador Luis Miguel Barbosa, ambos de Morena, para hacerse de una candidatura que sabía a gubernatura.
Al final las diferencias se arreglaron y las cosas parecieron solucionarse al interior del partido obradorista dando paso a lo que parecía una victoria anunciada para Barbosa y aunque este presagio se cumplió ocurrieron diversas sorpresas durante la jornada electoral.
Morena no ganó en Puebla capital, las Cholulas ni en San Martín Texmelucan, cuatro de los municipios más importantes del estado.
En la capital el PAN ganó casi dos a uno al Movimiento Regeneración Nacional, a pesar de que el candidato panista Enrique Cárdenas no logró conectar totalmente con la base blanquiazul.
En San Martín Texmelucan el hartazgo generado por el mal gobierno de la presidenta municipal Norma Layón causó que el PAN obtuviera la votación más alta, seguido de Morena en tercer lugar el PRI.
Para muchos los resultados obtenidos son un presagio de lo que pasará en las elecciones venideras, para otros tan sólo es un reflejo de los malos resultados de algunos alcaldes morenistas.
Al final sólo nos queda estar felices de que por fin terminara esta guerra por la gubernatura y tengamos a un gobernante serio para los próximos cinco años.