La pelea es en la casa morenista. Ahora no son los antes proclamados todopoderosos perfiles panistas quienes buscan tener los reflectores, levantar un gallo y presumir las habilidades proféticas para darle el triunfo a su candidato.
Tampoco son los priistas quienes se encuentran en el ojo del huracán de la pelea, ni se les nota la falta de diálogo interno como normalmente le pasaba a la casa tricolor.
Es Morena con sus dos frentes. Luis Miguel Barbosa y Alejandro Armenta Mier.
El primero ha sido llamado líder político y moral de morena por Gabriel Biestro y algunos funcionarios que presumen tener más tiempo en el movimiento.
Al segundo columnistas, militantes priistas y panistas lo han clamado gobernador en últimos días, también diputados y presidentes municipales.
El análisis se ha vuelto complicado con la intrusión de poderosos perfiles cercanos a Andrés Manuel. Yeidckol sigue promocionando a Barbosa como el próximo gobernador, pero el coordinador de los senadores morenistas Ricardo Monreal se subió al ring pidiendo "piso parejo" para Alejandro Armenta y que el candidato se decida por medio de encuesta.
La realidad de este conflicto vive muy en el fondo de los autoproclamados "fundadores del movimiento" quienes hoy ven con malos ojos que perfiles recién integrados busquen crecer políticamente en el estado.
Morena en esencia es un partido que creció gracias a la llegada de líderes de otros partidos, principalmente priistas que vieron en el partido obradorista la oportunidad de crecer sin el yugo de la cúpula que dominaba al tricolor en ese momento, lo que terminó por hacerlos acreedores a candidaturas.
En Puebla pareciera que hoy los "fundadores" reniegan de ese pasado y buscan "recuperar" el partido para ellos solamente culminando en la guerra mediática reciente.
Los poblanos están cansados de un proceso que lleva casi un año y en últimas semanas se ha acrecentado con un bombardeo de posturas en medios de comunicación.
Los cabildos al estilo fouchiano en las cámaras, las puñaladas por la espalda sacadas de un capítulo de Game Of Thrones y las desventuradas peleas internas a la House Of Cards tienen a la política poblana sumergida en una tragicomedia que bien podría ser adaptada por Netflix para una buena serie dramática.
Será en este febrero cuando se den las primeras señales sobre quien será el candidato morenista. El dilema está en que el partido de López Obrador navega con bandera democrática lo que podría a la consulta como el método natural para elección de abanderado, pero los mismos "fundadores morenistas" apuestan por una designación o mejor dicho ‘Dedazo’ al mero estilo de los que bautizaron ‘mafia del poder’.
Sin un priismo fortalecido y con un PAN sin candidatos sólo nos queda hacer la apuesta entre Barbosa o Armenta.
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En el PAN las cosas no pintan para nada bien, lo que quedaba del morenovallista empezó a destartalarse con la huida de Eukid Castañón, el principal operador. También emprendió la ida el ex Alcalde Luis Banck, Tony Gali y su hijo quitaron el respaldo y ahora Marcelo García renunció al PAN. Por fin después de varios años el camino está libre para el muy debilitado yunquismo y pareciera que Genoveva Huerta ayudará a que así sea, con esto el ex edil Eduardo Rivera sería el candidato natural a la gubernatura.
Hagan sus apuestas.