A reserva de los resultados oficiales que se harán públicos después del recuento a realizarse en próximas horas, una vez conocidas las encuestas de salida les comparto algunas conclusiones:
- Lamentablemente, la elección del día de ayer se caracterizó por un altísimo abstencionismo. A diferencia de lo sucedido en 2018, la gente no salió a votar. Según diferentes estimaciones, en el mejor de los casos, la participación habría alcanzado poco menos del 40 por ciento del padrón electoral.
- Como se había anticipado, la contienda se cerró en torno a dos grandes opciones; Morena y sus aliados, por un lado, y la opción construida por el PAN, PRD y MC, por el otro. A nivel nacional, salvo en el caso del municipio de Tijuana, en todas las elecciones la competencia se dio entre Morena y el PAN. Por lo tanto, Acción Nacional se consolida como la alternativa de oposición al actual proyecto de la #4T.
- Si bien las tendencias coinciden a nivel estatal en el triunfo de Morena, la capital del estado y su zona metropolitana parece que tuvieron un comportamiento absolutamente distinto. En los polos urbanos mayormente poblados, el PAN y la coalición se habrían alzado con la victoria. Este hecho resalta con los resultados de 2018, elección en la que Morena había triunfado por igual en los municipios de Puebla y conurbados. Puebla capital, las Cholulas y Atlixco hicieron visible el cambio de ánimo respecto a Morena.
- En la elección del Ejecutivo estatal de 2018, la coalición que postuló a Martha Erika obtuvo el 38 por ciento de los votos, de los cuales el PAN aportó aproximadamente el 28 por ciento. Si tomamos en cuenta las diferentes encuestas de salida, donde los resultados a favor de Enrique Cárdenas varían entre el 29.7 y el 35.4 por ciento, no hubo el apocalipsis predicho por algunos. Tomando en cuenta que la votación de Cárdenas no contó con los votos de los dos partidos locales con los que sí fuimos coaligados en 2018, tengo para mí (a reserva de confirmar dicha hipótesis) que el peso relativo de los votos del PAN en esta elección será mayor a su aportación el año pasado. A pesar de que el ejecutivo federal y estatal no eran afines, no hubo ningún desplome en la votación en términos relativos. El porcentaje de votos para el PAN será muy cercano al 28 por ciento obtenido en 2018. Más allá de los desprendimientos que renunciaron al PAN este año, Acción Nacional conserva su voto duro.
- Todas las encuestas públicas han venido capturando el descenso en la popularidad de las autoridades emanadas de Morena. Si bien López Obrador conserva aún una aprobación mayoritaria, a partir de la masacre de Minatitlán ha perdido entre 12 y 18 puntos de aprobación. En el caso de los ayuntamientos emanados de Morena, el desgaste de su gobierno ha sido mayúsculo. En parte, los resultados en la capital y la zona metropolitana podrían explicarse por este hecho.
- A pesar de la derrota, el PAN se consolida como la oposición. Las expectativas de cara al 2021 son prometedoras. El PAN es la alternativa para pelearle el poder a la #4T. Pareciera que ya se ha tocado fondo y, si hay generosidad y se resuelven los procesos internos que vienen en unidad, las expectativas serán alentadoras en la elección intermedia.
Puebla se merece certidumbre y estabilidad. Después de casi un año y medio de competencia, conflicto, tragedia y nueva competencia, nuestro estado merece tranquilidad. Los desafíos son gigantes. La inseguridad ha ganado terreno. El ambiente económico se ha venido descomponiendo. Ojalá que la prometida reconciliación se concrete y el frenesí político pueda, al menos por un par de años, quedar atrás. El PAN debe mantener la cercanía alcanzada con la ciudadanía. Los grupos apartidistas que hoy le otorgaron la confianza a la candidatura de Cárdenas son muestra de que la mejor bandera que puede enarbolar Acción Nacional son las causas ciudadanas.