La discusión de la última semana sobre la reducción al presupuesto del INE, partidos políticos, tribunales electorales locales y OPLES ha tenido opiniones encontradas.

 

No es para menos.

 

Una de las más recias críticas al nuevo gobierno ha sido la imposición en diversos escenarios que poco ha ayudado a construir una buena imagen del presidente de la República.

 

Ahora, nuevamente quieren aplicar la ‘aplanadora legislativa’ con las autoridades electorales.

 

Eliminar los Organismos Públicos Locales Electorales sería como meterse un ‘balazo en el pie’.

 

Lorenzo Córdova, consejero presidente del INE, ha declarado que el instituto no tiene la capacidad para llevar a cabo los procesos locales.

 

Resulta muy contradictorio querer dar más trabajo con menos dinero.

 

La capacidad de operación sería prácticamente nula.

 

Todavía más preocupante resulta la cooptación política que se pretende hacer con el INE y las autoridades electorales al agredir directamente su autonomía.

 

Por otra parte, la reducción al financiamiento de los partidos políticos no le podía venir en mejor momento a Morena, cuando es la primera fuerza política del país.

 

El financiamiento actual les permitió ser competitivos en oposición. No les hubiera sido tan fácil de otra manera.

 

Evidentemente, con el presupuesto reducido que se pretende imponer, deja con escasas posibilidades de crecimiento a los partidos de oposición en este momento.

 

Con todo esto:

 

¿Verdad que no estamos hablando sólo de austeridad?