Independientemente que si la culpa es de Calderón, Peña o del Gobierno actual, a los mexicanos parece conmovernos “menos” la masacre de tres mujeres y seis niños - sí, 6 niños.
Sin duda este sentimiento de impotencia y rabia hacia lo sucedido con familia LeBarón lo compartimos la mayoría, pero también compartimos aquel vago pensamiento que nos indica por un momento que es normal. Que ya lo habíamos visto o escuchado en otro lugar.
Así es estimado lector. compartimos esa -por muy fugaz que sea- idea de que en Mexico es “normal” que en un enfrentamiento entre cárteles confundan una convoy de camionetas.
O que es normal que un comando armando ataque un restaurante. O que es normal que el hijo del narcotraficante más poderoso haya sido liberado.
Estamos empezando a normalizar en nuestra cotidianidad la violencia que ocurre en este país, algo verdaderamente lamentable.
Sin embargo la reacción del país ante estos hechos es inédita, algunos defienden, otros atacan y los menos mediáticos analizan. Piénsenlo bien, sin duda este fenómeno es algo terrible, el luto de un país se pierde entre la discusión política.
Ojalá de todo corazón la cosas mejoren.