La justificación: tener un padrón vehicular confiable, el cual logre atender todas las cuestiones de movilidad y seguridad pública.
La realidad: que con toda la austeridad que se vive en esta cuarta transformación, los gobiernos estatales deben echar mano de medidas que les permitan recaudar más dinero y tener un mayor margen de maniobra a la hora de “invertir” nuestro dinero.
Sin duda el costo político de esta acción tendrá repercusiones en 2021 podría, pues nadie de los que vive en este estado vio con buenos ojos un gasto extra en el primer trimestre del año, pues dicho sea de paso también subió el costo del control vehicular.
Y es que el inicio de este año no ha sido de lo mejor para el gobierno, pues además de enemistarse con la ciudadanía , la BUAP - sí la máxima casa de estudios de nuestro estado- ha declarado la guerra al gobernador Barbosa, pues ofrecerá asesorías legales para que las y los poblanos puedan evitar el reemplacamiento.
Habrá que decirle al gobernador que la historia de este país no ve con buenos ojos a los políticos y gobiernos que se enfrentan con universidades.
La luna de miel tiene cuenta regresiva, los ciudadanos exigirán - así como ellos con el reemplacamiento- resultados y querrán ver su dinero invertido en soluciones a los tantos problemas que vive nuestro estado.