Las víctimas, una madre que festejaba el cumpleaños de su hijo con su pareja, después fue encontrada en San Pablo Xochimehuacán, junta auxiliar de la capital, abandonada, envuelta en una cobija, golpeada y estrangulada afuera de su casa. Pero ahí no termina, el supuesto asesino y padre del menor lo secuestró y abandonó en Los Fuertes. La Policía Municipal lo encontró tres horas después del hecho.
Los datos son para no creer, más del 40 por ciento de los feminicidios en nuestro país según el INEGI son ocurridos por una pareja amorosa, de los cuales el 60 por ciento vivieron en un ambiente de violencia familiar.
Por otro lado, más de 23 mil menores han quedado huérfanos en los últimos 10 años en nuestro país, y como si fuese una película de terror, muchos de ellos no sólo sufrieron la pérdida de sus madres, sino que fueron testigos de los crueles asesinatos.
Es momento de redoblar esfuerzos y quizá implementar una nueva estrategia que permita brindar la seguridad a todas las poblanas. No es un tema de discurso ni de color partidista, sino de asumir la responsabilidad como gobierno, el problema está ahí y por lo que vemos seguirá creciendo.
Por nuestra parte como sociedad, tenemos la enorme responsabilidad de solidarizarnos con aquellas mujeres en problemas. De formar a nuestro niñas y niños con valores y una cultura de respeto. No sólo ajenos a este problema, quienes matan, quienes odian a las mujeres, provienen de una casa o familia como la nuestra.
Desafortunadamente en los próximos días tendremos que esperar —las mujeres— a ver quién será la víctima número 12, cuídense y cuídennos.