¿En qué condiciones?

¿Con qué futuro?

Son las grandes interrogantes.

Los niños hoy en día son víctimas de una disputa que se ha producido los últimos meses con las políticas sociales delineadas para apoyarlos junto con sus madres, que ya no cuentan con una estancia infantil para encargarlos mientras se involucran en el mercado laboral.

Y  es que en el marco de un país que empobrece día con día, coloca a millones de mujeres, madres de familia, a buscar una oportunidad para hacer frente al hogar o para enriquecer el presupuesto de la familia para salir adelante con menos apuros.

El cambio en el manejo de los programas sociales para apoyar a niños y madres no ha dado los resultados pretendidos y mientras se prueban nuevos modelos de atención, los problemas acrecientan y restan posibilidades y calidad de vida a muchos infantes que hoy quedan a la deriva.

¿Cómo resultará su formación?

La pregunta preocupa teniendo en cuenta que en dos o tres décadas ellos serán los responsables de sacar adelante a este país.

Desde luego que nos referimos a los niños –de cero a 14 años- de las zonas urbanas, porque los pequeños de las comunidades apartadas viven una infancia más castigada, con hambre, sin servicios, y en algunos casos hasta sin posibilidades de tener acceso a las primeras letras, porque según los números del INEGI, ocho de cada 100 niños en el estado de Puebla no saben leer ni escribir.

Otro dato revelador, el 56.29 por ciento de los infantes, al menos hoy, tiene concluida la instrucción primaria.

Con estos números queda descartada la posibilidad de la movilidad social de estos mexicanos que hoy son tema en campañas políticas y que se clama que no sean olvidados a la hora de gobernar.