Y es que en cuanto terminaron de pasar los contingentes y cerraron con broche de oro la columna los charros de Puebla con sus caballos, de inmediato un nutrido grupo de docenas de hombres y mujeres enfundados en un mono color naranja apareció con sus escobas de varas barriendo los desechos de los caballos y también de algunos de los asistentes que no tuvieron reparo en deshacerse de la basura que generaron de todo lo que comieron durante la parada cívica-militar.

La labor fue reforzada con el equipo mecánico de barrido que se encargó de las orillas del Bulevar 5 de Mayo para optimizar el proceso de limpieza.

Ah, qué bonita lució la vialidad limpia, sin basura, reflejando la preocupación de una autoridad esmerada.

Y qué decir de la seguridad que nos prodigan las autoridades con todo el  equipo que nos mostraron tanto mecánico, como humano para resguardar a los habitantes de la localidad.

Hasta nos sentimos bien, seguros, sin temores, en fin.

Desde luego que para mantener limpia la ciudad no compete exclusivamente a un equipo de barrido, según la vieja conseja que sostiene que “la ciudad más limpia no es aquella que más se barre, sino la que menos se ensucia, por los buenos hábitos de sus habitantes”

Y en cuanto a la seguridad, se nos mostró parte de un equipo que está listo para prevenir la comisión de delitos. Con sólo verlo logra generar confianza, seguridad para movilizarnos por cualquier parte y a cualquier hora sin temores de convertirnos en víctimas de la delincuencia que no descansa día y noche.

Ojalá que lo que nos mostraron garantice la seguridad y tranquilidad para la que fueron responsabilizados y se comprometieron a cuidar las corporaciones, para recuperar la buena fama hoy está en entredicho por el gobierno Alemán que alertó a la entidad -a la que en la década de los 70 eligió para asentar su planta de Volkswagen- y que hoy enfrenta serios problemas de seguridad; pese a que la embajada ya descartó que su gobierno haya hecho esta alerta.

Lo cierto es que los poblanos aspiran a salir adelante y rescatar el nivel de vida que la distinguió como una de las mejores capitales para vivir, trabajar y pasear.    

El reto hoy para rescatar a nuestra ciudad está en hacer equipo entre gobernantes y gobernados, como lo hicieron escolares, padres de familia, maestros, artistas y autoridades que en cada contingente y carro alegórico mostraron lo mejor. La posibilidad de trabajar mejor.