Y todos son todos, candidatos, sus equipos de campaña, partidos políticos, electores, observadores, activistas y autoridades.
¿Por dónde saltará la libre?
Deberíamos suponer que después de todos los hechos que anteceden a esta jornada del próximo domingo, los cuatro millones 584 mil poblanos deberíamos acudir temprano a las urnas para elegir al gobernador que ascenderá al poder el próximo 1 de agosto.
El costo de tener cuatro gobernadores en menos de un año debería ser interpretado como la oportunidad de corregir el camino para seguir hacia adelante, sin tropiezos y sin riesgos.
La historia de Puebla después de este bache debe comenzar a escribirse con términos de orgullo, de avance, de respeto ante el mundo.
Por lo que ya desde hoy se tiene claro que después de la jornada electoral del próximo domingo los nuevos capítulos sobre Puebla se escriban de otra forma y aporten lecciones de madurez a un sistema político que está mudando con avances y retrocesos y al que más de 32 millones de mexicanos le apostaron en julio pasado.
Hoy los candidatos se han proyectado. La ‘guerra sucia’ que se desataron también pone en evidencia la calidad de los contendientes y el nivel político que han alcanzado después de tantas batallas que pese a que han enlutado al estado, no han enriquecido el quehacer, el arte de hacer política.
Después de todo hoy los poblanos debemos darnos una oportunidad para que la entidad se distinga por hechos que enaltecen, no que avergüenzan.