Qué pena que su gestión sea de 120 días.
Su talento, experiencia y sabiduría política que le caracterizan bien pudieron ser aprovechadas para gobernar seis años y volver a reconciliar a Puebla, como ayer insistió al rendir protesta.
Ante todo, presentó propuestas y se propuso trabajar por la "unidad" para combatir la miseria, la inseguridad, la impunidad que asolan a la entidad.
¡Por fin! Los diputados rescataron la dignidad de su trabajo y con 40 de los 41 votos decidieron cerrar filas por Puebla.
El México trágico
¡Ay, nuestro México!
Muchos en las redes reproducen la frase...
"Me dueles México".
Y, la verdad, dejaríamos de ser mexicanos si no experimentáramos ese sentir.
La tercera opción política se nos agotó con su cuarta transformación.
Tal vez esperábamos resultados de un día para otro y la verdad es que las cosas están tan mal que cualquier esfuerzo resulta insuficiente por la brutal realidad.
Estamos de acuerdo que para poner orden en este país hay que armarse de valor y no tener prisa ni temor como lo ha mostrado el presidente que, dicho sea de paso, pareciera que arrancó su gestión con el pie izquierdo.
Juzgue usted por los hechos, va de tragedia por mes.
Y tragedias que le han dado inmediatamente la vuelta al mundo: la primera el día 24 de su gestión, el ‘helicopterazo’ en el que perdieron la vida nuestra gobernadora y su esposo el senador. Se trató de una tragedia que "a todos" nos impactó y ensombreció las fiestas navideñas, en todos los círculos.
Ahora al segundo mes de su gestión, el presidente enfrenta una segunda tragedia, la de Tlahuelilpan, Hidalgo, de la que en unos cuantos minutos se estaba hablando en todo el mundo y nuevamente con horror al conocerse de entrada que había costado la vida a más de 30 personas y, conforme pasan las horas, van aumentando. A la hora en que escribo esto, al mediodía del lunes se reportan 89, más desaparecidos.
Y esto producto de una cultura que nos lanza a arriesgarnos a ver qué provecho sacamos.
Este fue el caso de gente no huachicolera que con jarritas y botes llegó a "cachar gasolina" sin conocer todos los riesgos que los huachicoleros ya dominan.
Y esto ante los ojos de guardias que también sin experiencia pudieron controlar la crisis.
¡Ay, México!
Y yo formo parte de ti, me paso los altos a las 6:00 de la mañana, reniego de formarme medio día (pero me formo) para verificar mi auto. Reniego de ir a cambiar mi tarjeta de circulación.
Para lograr la verdadera transformación de este país, debemos asumir que "todos" y cada uno de nosotros somos México.