Dijo que se solidariza con el dolor de los padres de los estudiantes y con el de miles de familias que a lo largo de los últimos quince años han desaparecido en el país.

 

Colaborará en todo lo que esté de su parte para que se esclarezcan los hechos con el presidente Andrés Manuel López Obrador, que ha retomado el caso para satisfacer las demandas de los padres de familia y de un amplio sector de la opinión pública.

 

Ayer el jefe del Ejecutivo poblano se reunió con su homólogo del estado de Hidalgo, Omar Fayat, para tratar el tema de la inseguridad y delincuencia en ambos estados fronterizos y acordar la coordinación de ambos gobiernos para combatir la inseguridad y el crimen en los límites de ambas entidades.

 

Por otra parte, en la Universidad Iberoamericana Golfo-Centro alumnos y maestros de la institución ofrecieron a los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa toda su solidaridad a fin de que las autoridades no abandonen el caso y logren resultados positivos en las investigaciones que ha reiniciado el gobierno federal.

 

Los padres tienen la esperanza de que se investigue la versión de uno de los participantes que se ha comprometido a informar con detalle dónde se encuentran los muchachos. Muchos de los padres esperan que estén vivos, pero si no lo están también quieren saber dónde encontrar sus restos para ya descansar de esta pesadilla de cinco años.

 

Tienen confianza en las autoridades, pues dicen que están tomando el asunto con toda seriedad y que esperan buenos resultados de la investigación.

 

Ayer comentamos en este espacio que se han realizado cambios positivos en la política y en la economía del país, producto del trabajo de los gobiernos federal y estatal de Morena. Desgraciadamente no se puede decir lo mismo de los gobiernos municipales del mismo partido, pues se han reportado numerosas fallas en municipios importantes, tanto de Puebla como de otras partes del país.

 

También han sido numerosos los diputados federales y locales que han dado lugar a críticas contra el gobierno.

 

Eso se debe a que Morena todavía no se ha constituido en un verdadero partido político. No tiene estructura, no tiene organización y por lo mismo sus militantes carecen de disciplina partidista. Además, les falta una línea ideológica común y bien cimentada.

 

En el caso de Tehuacán, aquí en Puebla, el presidente municipal Felipe Patjane ha tenido serios problemas desde el inicio de su gobierno. Muchos tehuacaneros lo atribuyen a que él fue militante del PAN, de la corriente morenovallista y no ha cambiado su forma de pensar para adaptarse a la corriente progresista del partido que lo postuló y lo llevó al gobierno del segundo municipio más importante de la entidad. Y lo mismo puede afirmarse de la presidenta municipal de San Andrés Cholula y de muchos otros presidentes municipales.

 

Es urgente que Morena resuelva sus problemas internos y junto con la unificación tenga una línea de acción uniforme para que no reciba una sorpresa en las elección intermedias del 2021.

 

Hay priistas que siguen pensando que la alianza del PRI y del PAN será un hecho para las próximas elecciones intermedias.

 

El Revolucionario Institucional y Acción Nacional, los dos partidos históricos de este país que han tenido presencia como partido liberal y partido conservador en las etapas decisivas de la historia: Independencia, Reforma y Revolución, en las elecciones del 2018 quedaron como damnificados de un terremoto; política y económicamente quebrados.

 

Si compitieran cada uno por su lado, contra Morena, correrían el peligro de desaparecer y eso no les conviene ni a ellos ni al país.

 

Por eso, la idea de una alianza entre esas dos ¿fuerzas? políticas, se hace necesaria. No una unión como la que propone Fox, personaje impopular al que rechazan priistas y panistas, sino una alianza seria, responsable, con acuerdos previos que deberán cumplirse a carta cabal.

Según sabemos ya se está pensando en eso seriamente y deberá resolverse en los primeros meses del próximo año.

 

Pero también Morena deberá tomar medidas no sólo para constituirse en un auténtico partido político, sino para reglamentar el trabajo de las autoridades surgidas de su seno en los congresos locales y municipios, y para disciplinar a sus militantes, pues en política los primerozos que llegan al poder se marean, si son gente normal y se vuelven locos, si no lo son y esos locos pueden echar a perder las cosas, por muy bien que actúen Andrés Manuel y Luis Miguel.