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Viernes, 29 Marzo 2019 03:22

Lo que viene es campaña, y Barbosa es candidato, no gobernador

Lo que viene es campaña, y Barbosa es candidato, no gobernador Escrito Por :   Arturo Rueda

Parece una obviedad, pero el maestro Pacheco es gobernador y Luis Miguel Barbosa es candidato. Punto. Quien quiera resolver temas del gobierno acudiendo al candidato se va a topar con pared. El primero fue Alejandro Armenta, quien pidió posiciones en el gobierno interino para no impugnar el proceso extraordinario, y le fueron negadas por la simple y sencilla razón de que el candidato no manda en el gobierno


 

Los más modernos estudios neurocientíficos lo tienen claro: el cerebro humano puede aceptar casi todo, incluso la peor de las fatalidades, pero lo más difícil de procesar es la incertidumbre. Y vaya que los poblanos vivimos una tormenta de indefinición en los últimos meses, quizá años.

 

El domingo arrancará un nuevo capítulo de esa incertidumbre, esperamos el último, cuando dé inicio la campaña electoral para elegir a un nuevo gobernador.

 

Aunque Luis Miguel Barbosa parte como favorito de forma amplia, campaña es campaña y cualquier cosa puede pasar. Quien no aprendió la lección del 24 de diciembre de 2018 debería reflexionar.

 

Ansiosos de un gobierno fuerte, que nos dé estabilidad y acabe con la incertidumbre que vivimos, muchos se están equivocando al pensar que Luis Miguel Barbosa ya es gobernador en funciones porque la campaña es un mero trámite. Seguramente esa idea no le gusta, y tampoco al maestro Guillermo Pacheco Pulido.

 

Parece una obviedad, pero el maestro Pacheco es gobernador y Luis Miguel Barbosa es candidato. Punto. Quien quiera resolver temas del gobierno acudiendo al candidato se va a topar con pared. El primero fue Alejandro Armenta, quien pidió posiciones en el gobierno interino para no impugnar el proceso extraordinario, y le fueron negadas por la simple y sencilla razón de que el candidato no manda en el gobierno.

 

Quien piense lo contrario es un bisoño de la política: no entiende que no entiende, pues Barbosa no va a incumplir el primer mandato de López Obrador en la Cuarta Transformación: no cometer delitos electorales. Torcer la legalidad, y por ende, la legitimidad.

 

Precisamente el miércoles estuvo en Puebla el fiscal de Delitos Electorales, José Agustín Ortiz Pinchetti, hombre íntegro donde haya hombres íntegros, y el sabueso del régimen, Santiago Nieto de la Unidad de Inteligencia Financiera de SHCP. Ambos, enviados por el presidente, vinieron a constatar la separación entre la campaña y el gobierno. El garante de todo es el gobernador interino.

 

La insidiosa campaña negra de Armenta puso en la lupa a Fernando Manzanilla y a Jorge Estefan como operadores del candidato Barbosa en el gobierno. Fue el primero en ‘tirar la piedra’, pero a esa ola de críticas se subieron los panistas, el candidato Cárdenas y todos los malquerientes de Morena.

 

Pero no hay pruebas contra ninguno. Manzanilla estuvo presente en la reunión con Ortiz Pinchetti y Estefan con Santiago Nieto. Ambos saben que han sido colocados en la esfera de críticas, y ninguno es tan tonto como ponerse en riesgo ellos mismos, primero, luego al maestro Pacheco y, finalmente, la posibilidad de permanecer en la SGG y en Finanzas si llegare a triunfar Barbosa.

 

Por supuesto, si hay alguien que no lo entienda, Barbosa quiere ser candidato, pues merece la campaña alegre, popular y convincente que no pudo tener en 2018, pues antes de presentarse ante los poblanos fue arrastrado a una batalla a machetazos que no terminó ni siquiera con el fallo del Tribunal Electoral que terminó por darle la victoria a Martha Erika.

 

A diferencia de esa batalla a machetazos, en 2019 todo indica que prevalecerá la civilidad. Enrique ‘Droopy’ Cárdenas es un hombre de letras, no de guantes de box. Su inexperiencia en lides electorales seguramente lo hará cometer errores, pues de movilización no entiende nada, además el ánimo interno en los partidos que lo postulan es evidente, tan evidente como sus incongruencias.

 

Con la obligación de recorrer el estado, escuchar a los poblanos y transmitir su ideario de la reconciliación, Barbosa ni quiere ni puede asumir decisiones de gobernador. Ante todo, ganará su experiencia para no lastimar al gobierno de Pacheco Pulido.

 

El domingo, entonces, inicia una campaña electoral en la que Barbosa parte con amplia ventaja, pero su enemigo no es ni Cárdenas ni Jiménez Merino, sino la inseguridad, pues es la mayor desgracia que nos ha traído el larguísimo periodo de incertidumbre.

 

Que sea por los poblanos, y que gane el mejor. Pero que quede claro: la campaña es para convencer, y el gobierno es otra cosa.

 

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